lunes, 10 de agosto de 2015

LA BACHATA: GÉNERO MUSICAL DOMINICANO.


 
Considerado el "padre de la bachata", y poseedor de una cualificada voz de barítono, y Mélida Rodríguez, la primera mujer en la bachata.


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Aclimatada y evolucionada en la República Dominicana partiendo del bolero, la bachata es una modalidad musical que estuvo marginada por una gran parte de la sociedad dominicana y, a su vez, cultivada y consumida por sectores marginados del campo y la ciudad. Ahora es del gusto de diferentes sectores generacionales y clases sociales. El músico Juan Luis Guerra la ha internacionalizado.


La marginación

Igual a lo ocurrido con otros ritmos americanos, la bachata era despreciada por un gran segmento de la sociedad dominicana al considerarla una música del populacho, de gente sórdida e inculta. Asimismo, el merengue dominicano sufrió la estigmatización  de parte de las clases gobernantes de República Dominicana, tildándola de "música de negros" y "baile de movimientos indecentes". Esto, hasta 1930, cuando el dictador Trujillo se lo apropio para utilizarlo sólo para ensalzar su figura. Además el tango en Argentina, y el jazz, el soul, el blues...en Norteamérica tuvieron sus momentos de marginación y desprecio; pero hoy se producen en todos los rincones de la tierra, en todos los continentes.



Con su éxito "Pena" la bachata comienza a ser del gusto
de todas las clases sociales dominicanas
.


Hay que decir  que la bachata, en la génesis de su evolución, ciertamente era del gusto de sectores campesinos y clases marginales de la ciudad. Era una especie de bolero más rítmico ejecutado con limitaciones a causa de la insuficiencia de instrumentos (apenas una marimba, un par de maracas y una guitarra). De ahí que, musicalmente, adolecía de una escasa instrumentalización y melodía pobre; que, de letra y temática, constituía un círculo cerrado en base al despecho, el abandono y el engaño amorosos, la ingestión de alcohol (ron), y el desencadenamiento trágico de una relación de pareja; y que sus seguidores eran los asiduos parroquianos del cabaret o barra de la esquina (así llaman en República Dominicana a los prostíbulos barriales), es decir, prostitutas, chulos y propietarios de esos locales.
 
¿Qué sucede hoy? Que cantantes de toda laya (quiero decir: aunque no sea cultivador del género) tienen ansias de grabar, y graban, bachatas; que las emisoras de radio y los sitios de diversión lleguen al hastío en su difusión, lo que hace que a veces parezca como una epidemia. 

Pero ha de saberse que hasta la década de 1980 las emisoras de radio y discotecas dominicanas no reproducían bachatas, confirmando la estereotipación de la que era víctima. Su difusión estaba restringida casi exclusivamente a Radio Guarachita, del empresario radial y discográfico Radhamés Aracena, que sin embargo  obtuvo en esa época grandes beneficios económicos reclutando a jóvenes en los barrios pobres de la capital y pueblos de provincia, a quienes les grababa y "pegaba" en su radiodifusora. Sólo se escuchaban allí donde eran ídolos de todo ese conglomerado social que hemos definido antes. Los 70 y principio de los 80 podría ser llamada la "época de radio Guarachita" en la que se destaca la peculiaridad de Leonardo Paniagua ya que el grueso de sus bachatas son exclusivamente versiones de música pop o baladas trocadas a ritmo de bachata: Nino Bravo, el grupo sueco ABBA, etc.



El nacimiento

Rafael Encarnación, de la generación pionera de
la bachata y  que murió joven en 1964
Del reggae es muy fácil seguir las huellas de su nacimiento y evolución ya que es de formación muy reciente.  Igualmente de la bachata, con apenas 50 años, desde la década de 1960. Pero antes de ese año, la bachata fue muy deudora de los boleros que hacían artistas latinoamericanos como Julio Jaramillo, ecuatoriano, y El Jibarito de Lares (Odilio González), puertorriqueño, que se destacaron en la segunda mitad del año 1950, cohabitando paralelamente en los años 60 y 70 con los dominicanos que iniciaron la bachata. Los dos ejecutaban su música con los tres elementos instrumentales de la posterior bachata: guitarra, maraca y marimba, con dejo de valses sudamericano, bolero (como el de Los Panchos) y son. Por lo que no es extraño que los latinoamericanos en general, especialmente ecuatorianos, bolivianos y colombianos, sean tan aficionados a la bachata y la sientan tan familiar. 

Jaramillo y  de Lares  influenciaron sobre José Manuel Calderón,  a quien consideramos el aclimatador al ambiente dominicano de los estilos de los dos  anteriores. Calderón, empero no sonaba igual al bachatero corriente que le sucedió; no, este poseía una voz muy cualificada, de barítono, excepcional para el género. Al final se le ha investido como el "Padre de la bachata". (Escuchen su voz):



 Por su parte, y escuchando a Rafael Encarnación, de la misma época de Calderón, podemos sacar la conclusión que fue éste quien, con su voz llorona, dio y fijó el prototipo del cantar bachatero, cantar doliente, gimiente, desgarrado; de ahí que esas melodías son sinónimo de "música de amargue".



Edilio Paredes  es esencial en esta música pues, al ser un guitarrista de mucha destreza, dicen que fue quien fijó definitivamente la forma del punteado como se toca la guitarra en la bachata y lo hizo como solista o con su amigo Ramón Cordero.  Y Mélida Rodríguez  cierra este cuadro pues es la participación pionera de la mujer en un mundo musical saturado de machismo.





La mujer en la bachata. El caso Mélida Rodríguez

"Si tomo,
es con mi dinero;
y si es que invito,
pago yo".
Si mi generación y sector de clase rechazó la bachata por lo que significaba, por su relación con el mundo más sórdido de billares, prostitución y cabarets, imagine el lector  lo que esto significaba en una época de muchos prejuicio para una mujer que quisiese dedicarse a cantar bachata. De hecho, la bachata resalta al macho, su libertad para hacer y deshacer, para tener ilimitadas esposas, queridas y novias a la vez; para salir de casa y llegar a la hora que quiera, cosa que, evidentemente, estaba muy vedada para la mujer.
(Escuchar a Mélida):



Pero es de justicia decir que Mélida Rodríguez, aunque enclavada en las mismas temáticas del macho que canta bachata, revierte esto y la mujer es la protagonista, la que tiene también el mismo derecho del hombre a emborracharse, a dejarlo, buscarse otro y/o engañarlo si es necesario; en fin, a  tomar la iniciativa. Ahora digo que si esas canciones de Mélida Rodríguez hubiesen sido hecha 20 años después habrían contribuido a borrar muchos tabúes y haberse erigido en un símbolo efectivo de independencia y libertad de la mujer. Pero posiblemente hubiese tenido alguna embestida de los sectores retrógrados de la oligarquía y las iglesias dominicanas. Seguramente no fue prohibida en la época porque, por una parte, tenía oyentes muy restringidos y de otra,  que esas personas tenían una vida libertina: vamos, "ovejas descarriadas", que dirá la religión. 

Ejemplos de lo que significó Mélida Rodríguez lo vemos en algunos versos de sus bachatas: "soy mala y seguiré siendo mala""No se metan en mi vida, por favor, déjenme beber", "Esta noche me quiero emborrachar/ para ver lo que puedo encontrar", "Yo sólo pienso vivir de barra en barra/ hasta encontrar un amor que me haga fiel", "¿Por qué he de vivir encadenada?/ ¿Por qué no he de decir que no te quiero?".

Justo recién fallecida  Rodríguez, aparece Aridia Ventura con alguna temática similar y cultivando la bachata de siempre. Está la parte femenina del duo Monchy y Alexandra . Y aunque no muy difundida está André Veloz, nacida en Islas Vírgenes y criada en Santo Domingo, luego se estableció en New York donde promovió su peculiar bachata; canta, toca el piano, compone y es actriz. Ella ha dicho en el siglo XXI el manifiesto que ya proclamó Mélida Rodríguez hace seis décadas con la práctica en su arte y quizá en su vida: "Yo quiero traer esa bachata desde el punto de vista de una mujer segura de sí misma, que trabaja y también disfruta del hombre sin volverse loca".


El despegue y la masificación


Hemos mencionado la década de 1980. ¿Qué pasó en ese tiempo, entonces? Pues que un veterano bachatero de los 60, Luis Segura, apodado "El añoñaíto", regrabó y volvió a difundir un viejo tema, "Pena por ti", que fue todo un boom en esos momentos: "Pena, /es lo que siento en mi alma/ porque esa mujer no entiende/ y me hace perder la calma".  Era una situación nunca antes vista: son estos versos octosílabos los que sorprendente y reiteradamente saturaban las ondas de todas las emisoras dominicanas de música popular, "car washs", discotecas, cafeterías o cualquier otro sitios de diversión.


A sectores como el que yo pertenecía, pequeña burguesía y/o clase media,  nunca nos hizo mucha gracia la penetración y manipulación que tenía  esta música en los sectores populares y campesinos, la cual  rechazábamos casi como una convicción política. Pero claro, la obligada presencia en sitios sociales en los que la pegajosa melodía  de "Pena" sonaba hasta el cansancio, caló en nosotros, fue rompiendo nuestra reguardada  fortaleza cultural y elitista,  y cedimos: se rompió el prejuicio. Comenzamos a cantarla con un poco de burla, broma o cachondeo (¡ja, para no ceder tan fácil!), lo que no era más que un resabio hipócrita para no admitir que nuestro gusto musical incorporaba un nuevo elemento, otra variante: inevitable evidencia de que algo estaba cambiando, el comienzo de una ruptura del estigma y la limitación de esta modalidad musical.

A partir de aquí hasta la actualidad surgieron todos los bachateros que hasta hoy son ampliamente conocidos y siguen activos.
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Julio Jaramillo y Odilio González, El Jibarito de Lares,
"culpables" de que la modalidad de bolero cultivada por
éstos se disgregara en una nuevo género cuando artistas
dominicanos comenzaron a cultivarlo, creando la bachata.
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La Neo-Bachata 

Con todos los artistas del despegue, más Luis Segura, Leonardo Paniagua, Aridia Ventura, El Solterito del Sur, Teodoro, Anthony Santos, Raulín Rodríguez, etc., la bachata seguía en manos de sus más genuinos cultivadores, gente surgida de los sectores más profundos del pueblo. Pero diríamos que iba a ocurrir otra etapa en el desarrollo y evolución del género: artistas provenientes de sectores urbanos de la pequeña  burguesía y clase media, que antes habían incursionado en los movimientos de la Nueva Canción dominicana, en el rock y el folklore, con obras de alto contenido literario y de protesta social, comenzaron a revalorizar la bachata y, por consiguiente, a interpretarla y evolucionarla con un nuevo sentido musical y letras renovadas.



Luis Días fue uno de ellos. Con su grupo Madora  dio inicio a este proceso.  Éste también había contribuido a darle una nueva valoración al merengue y a numerosos ritmos del folklor dominicano. ( Sobre él tengo una reseña dentro del trabajo "Larga vida al Rock Dominicano" en otra página del blog). Luis Días escribe "Quiero andar" y "Mi guachimán" cantadas por Sonia Silvestre. El santiaguero Victor Victor lo hace con "Mesita de noche" y el grupo de Juan Luis Guerra y 4:40 lanza su álbum "Bachata rosa", (con marcada influencia del cubano Silvio Rodríguez), culminando un proceso de generalización en la sociedad dominicana  y de internacionalización en América y Europa, extirpando la marginación de muchas décadas.




Este nuevo tipo de bachata cantada por artistas más instruidos habría que llamarla neo-bachata, ya que posee letras más elaboradas poéticamente, recursos musicales más  ricos y variados que los monótonos y repetitivos de la bachata clásica.
Sonia Silvestre, fallecida en 2014, y Luis Días,
intérpretes de lo que yo llamo neo-bachata


Juan Luis Guerra consideró siempre a la bachata como una suerte de bolero y no entendía por qué estaba tan aislada; por qué, igual que el bolero, no era escuchada por todo el mundo. De ahí que se propone incorporarla a sus proyectos musicales contribuyendo a  su actual reconocimiento. Entonces se da un proceso interesante: Luis Días, Sonia Silvestre, Victor Victor y Guerra toman la base rítmica y melódica de la bachata para enriquecerla y renovarla; más tarde, auténticos bachateros graban temas de Juan Luis. Ya en la nueva generación, como en Raulín o Zacarías Ferreiras se constata el enriquecimiento melódicos porque se fusiona o se le da un matiz de música ligera o balada.


La Bachata Hip-hop de los Jóvenes


Una tendencia se va a crear a finales de 1999 y la década de 2000 hasta la actualidad, con jóvenes domínico-americanos del Bronx neuyorquino o nacidos en Santo Domingo,  pero que de común tienen la influencia de la música pop norteamericana, el hip-hop y el RyB, y toda una simbología en el vestir y en los gestos de la subcultura del rap de la juventud norteamericana.  Son los hermanos Santos, el duo Monchy y Alexandra y más tarde Prince Royce entre otros. Los primeros, grupo Aventura (antes Los Tineller) y Romeo Santos como líder, generalmente inician sus temas con aires tecnos o ritmos como el tango o el flamenco. Prince Royce ha iniciado alguna bachata con "reggae". Están haciendo una fusión que a veces tiende a desvirtuar tanto la propia bachata, que en algunos temas  de Romeo Santos ésta se hace irreconocible;  yo la llamo "bachata light", porque en vez de ser gimiente es melosa. Lo mismo pasa (pasó) con Monchy y Alexandra, incluso con un acento en la forma de cantar muy anglosajón, por lo que sus "bachatas" no son más que música pop, balada al ritmo bachata. 


La situación actual

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Romeo Santos es una muestra (su vestimenta, tan
variada y moderna)  de hasta donde ha calado la bachata
en diferentes sectores de clase y generacionales.
Al final se dan situaciones interesantes que activan una dinámica entre el bachatero tradicional, los de la neo-bachata, y otras modalidades. Y aunque se sigue haciendo la bachata de siempre con su instrumentación y melodías pobres y letra de siempre, algunos figuras de la bachata cantan con grupos musicales que van pareciendo una pequeña orquesta, se introducen teclados y guitarra eléctrica; algunos, como Frank Reyes, consiguen temas de mucha melodía, con interesante y sorprendente escalas tonales. 
(Como constatarán escuchando el ejemplo que enlazo, que tiene hasta cinco temas melódicos sin contar la introducción e intermedios instrumentales: sin duda una de las mejores bachatas que he escuchado):



La bachata que yo llamo clásica  siempre será fruto de las necesidades de unos sectores del pueblo dominicano que vive profundamente esa música porque deviene del gusto de su educación musical y nivel cultural. Lo importante, al fin y al cabo, es contar con muchas y nuevas opciones, con artistas que evolucionen y, por tanto, cambien positivamente el género.


(Este trabajo va como un flashback exponiendo la trayectoria de la bachata mediante una reflexión no tan cronológica, por lo que me he ocupado de confeccionar un diagrama a manera de autopista principal, desde donde las variantes de la bachata clásica son carreteras secundarias, y se ve todo más claro.  Esta es ...
LA RUTA DE LA BACHATA):




(POSDATA CON UN POCO DE HUMOR: Al final admito que aún no soy sistemático oyente de la bachata. Escucho algunas que llaman mi atención. Pero un trabajo de investigación es un trabajo de investigación, y debo hacer su relato sin prejuicios, registrando lo que hay. Por demás, y después de este bosquejo que has leído, espero estar un poco más empapado y al día de los intérpretes bachateros; así, cuando esté en un bar o discoteca y me llame la atención alguna buena bachata, ya no siga preguntando a mi amigo de Vicente Noble: "¡Charli!...¿Y quién es el que canta ésa!").