domingo, 11 de noviembre de 2018

GREGORIO LUPERÓN A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS (7)



c) República Dominicana/Haití: Entre la Solidaridad y el Desprecio Mutuo.








Por una peculiaridad, la República Dominicana obtuvo una segunda independencia de la República de Haití. Y esto gestó unos conflictos sobredimensionados que continuaron hasta el siglo XXI, aunque las guerras entre las dos naciones terminaron en 1856. En esa época la República Dominicana se consideraba, y lo era, superior militarmente, por eso Gregorio Luperón(GL), cuestionando y rechazando a su vez  si la Anexión a España que cristalizó Pedro Santana en 1861 fue por defender al país de otras embestidas haitianas, expresaba:






Imagen de Gregorio Luperón suministrada
por el historiador Emilio Cordero Michel
en un número de la Revista Clío. Se nota
un tanto estilizada.
"El pueblo dominicano no podía temer a Haití cuando durante doce años, por mar y tierra había rechazado sus ataques y salido gloriosamente vencedor en todos los encuentros".(1) 

Gregorio Luperón conservaba la clásica opinión arraigada en su época de que la unión de los habitantes de la parte este de la isla Española (que aún no se llamaban dominicanos) con la República de Haití  "ningún bien material ni moral dejó en ventidos años de dominación de Santo Domingo".(III,51), aunque sí especificaba en lineas más adelante de su libro... "salvo la libertad de los esclavos en la parte española, que conservaba la esclavitud por torpeza de Don Juan Sánchez Ramírez y de Don José Núñez de Cáceres".(2)


Cualquier pretexto servía para reafirmar esa visión prejuiciada. Por ejemplo cuando el gobierno haitiano no colaboró a favor de Dominicana en la guerra que sostenía contra España, esto era visto por Luperón con mucho recelo rememorando quizá la ocupación de 1822...

"no lo quizo hacer, quizás esperanzado que los patriotas, agobiados por el peso de una lucha desigual, se hubiesen echado  a los brazos de la nación haitiana".(3) 

No obstante esa percepción, GL alertaba enseguida que
"es conveniente no dejar arraigar ciertas prevenciones que con razón o sin ella pueden establecer un antagonismo entre los dos países, pues vendría en favor de la aviesa política americana, tan amenazante y peligrosa para ambos estados".(4)

Decía esto durante su gobierno provisional de 1879/80, y como pueden constatar, por encima del prejuicio, su prioridad era reforzar el Antillanismo para que fuera muro solidario y de contención ante el imperialismo naciente de Estados Unidos; por eso incitaba a la amistad solidaria:


"Esa armonía es tanto más necesaria entre los dos pueblos, cuanto más tenaz es la tendencia invasora de los norteamericanos. Una alianza cordial y defensiva de las dos repúblicas será un hecho sumamente conveniente" (5)

Pero los desencuentros entre los dos países no impidieron el intercambio comercial y el refugio de políticos de uno u otro lado cuando peligraban sus vidas; o cuando usaban el territorio vecino como base de operaciones para emprender el hostigamiento contra sus malos gobiernos, ya que sucedía igual en Haití y en República Dominicana: éstos no duraban por la lucha de los caudillos sólo por sus intereses personales.

 La incursión en territorio haitiano la hizo Luperón en su lucha contra el gobierno de Baéz y contra el de Ulises Heureaux (Lilís), y de su rebelión contra este último se ufanaba de los apoyos que tuvo de los haitianos "los hombres más patriotas del mundo"...

"Los haitianos (...) tanto de la Ciudad del Cabo, como los de las comunes inmediatas, acudían a tropel no solo a manifestar sus simpatías por la Revolución, sino a ofrecerle concurso, porque comprendían que la integridad de las dos repúblicas está profundamente  amenazada con la permanencia del General Heureaux".(6)



Pero vamos a seguir con el gobierno de Luperón de 1879, para destacar unos incidentes con el gobierno haitiano a los que dio resolución de forma contundente y aplastante.  


Presidente haitiano Salomon
El presidente de Haití era L. F. Salomon. Dominicana exigía el cumplimiento de un tratado con el Estado haitiano  que también  implicaba el pago de una deuda. El asunto se complicó cuando Salomon también reclamaba  al gobierno provisional de GL la expulsión de territorio dominicano de refugiados políticos haitianos, incluyendo al prócer cubano Maceo y un francés; hasta descaradamente le proponía un plan contra los haitianos establecidos en Jamaica. 

La respuesta de GL fue contundente; decía que las exigencia del presidente de Haití eran improcedentes y conminatorias, por lo que...

"la renovación de sus exigencias sería considerada como una declaración de guerra que ninguno de los dos pueblos estaba en condiciones de hacerse".(7)

Se pusieron medidas restrictivas en la frontera, se boicotearon ambos los intercambios mercantiles: los comerciantes dominicanos, que eran muchos, no podían ir a Haití a llevar mercancías y carnes;  los haitianos no podían vender las suyas. 

El Gobierno Provisional de GL dio un plazo de quince días a Salomon para que declarara formalmente si respetaba aquel tratado firmado en 1874. Pero aquí entra la jugada de Luperón, que sí era conminativa, amenazante,  a la que podríamos llamar táctica efectiva, pero no deja de ser un verdadero y contundente chantaje político en toda regla:


"El gobierno dominicano sin hacer sacrificio de sangre, podía derrotar a su gobierno llamando a su territorio a los numerosos enemigos del gobierno haitiano para armarlos y abrirles paso libre por sus fronteras".(8)

(Desde este siglo XXI en el que vivo, no puedo mas que manifestar una sonrisa cómplice y socarrona ante el procedimiento que llevó a cabo Luperón para obtener un objetivo para su país)
  
Y sí, en menos de lo que canto un gallo, antes del plazo dado llegó el enviado de Salomon con la declaración de respeto al tratado.

Presidente haitiano Hyppolite
El Presidente Ulises Heureaux también procedió de esta manera con el entonces presidente de Haití, Hyppolite, pero no por causa nacional o patriótica. Ocurrió cuando años más tarde (1893),  Gregorio Luperón decidió rebelarse contra el gobierno dictatorial de su antiguo protegido. Narra en sus "Notas Autobiográficas..." que Lílís, al percatarse que el mandatario de Haití y sus Ministros "eran favorables a la Revolución dominicana por espíritu de patriotismo y de seguridad nacional".( III, 14), exigía que se expulsara a Luperón de territorio haitiano si procuraba entrar, y desarmara a los dominicanos en la frontera.

Y efectivamente, Gregorio Luperón se preparó para penetrar por Haití. Contaba con la ayuda que le daban los haitianos por el norte y noroeste, zonas donde era delegado del Gobierno el General Nord Alexis que, a su vez, ayudaba suministrando armas. 

Pero el presidente haitiano  se amedrentó cuando el dominicano amenazó que "llamaría al General Manigat y a sus amigos para armarlos contra su gobierno"(9). Por tanto Hippolite impidió el ingreso de Luperón y  luego de la famosa reunión en la frontera de los dos presidentes, el haitiano redobló esas persecuciones a los exiliados dominicanos.

Lo único que pudo hacer GL fue dirigir una "Carta-Protesta" a Hippolite  desde el puerto de Cabo Haitiano "a bordo de la barca italiana "Aurelia Re" en la que, entre otras cosas, aclara que la culpa es del gobierno, no de su población:


"yo no puedo, como no podrán los que me acompañan, acriminar por esto al pueblo haitiano que con su clarividente raciocinio y acendrado amor a su independencia nacional, conoció la justicia de nuestra causa y la apoyó con una simpatía marcada"(10)
  


El Presidente François Denys Légitime, sin
prejuicios y dotado de cierto nivel cultural,
supo acoger  en Puerto Príncipe, Haití, a
Gregorio Luperón  como desterrado
político en 1888.
Y si esa vez  se le impedía entrar a Haití, en 1888, iniciando la tiranía de Lilís, Luperón con su esposa e hijo ahora sale de su país y sí entra a territorio vecino(Port-au-Prince) porque ha "preferido el destierro antes que sufrir de ningún tirano la menor humillación y deshonra" y "donde fue muy bien recibido por el Presidente Legitime, sus ministros y por todos sus antiguos amigos"(11)

Ahora nos retrotraemos a plena Guerra de la Restauración de la República (1863-65) cuando se luchaba contra España. El llamado grito de Capotillo con el que empezó la contienda tuvo una coordinación de los combatientes pertrechados en Haití con los que estaban en Capotillo, José Cabrera, Pimentel con Benito Monción, etc.



El gobierno de Haití dirigido por Fabre Nicola Geffrard principio de la Anexión(1861) le prestó recursos a los rebeldes que se establecieron en Port-au-Prince (Puerto Príncipe), protestó por ella y lanzó una proclama al pueblo e informó a los expatriados dominicanos que prestaría ayuda contra Santana y la Corona Española. Mas ese apoyo fue cortado. En 1864 ya no se reconocía al gobierno provisional de los restauradores ni su legítima beligerancia contra España. ¿Que pasó entonces? Lo narra Luperón:

"El gobierno español mandó al General Ruvalcava con la escuadra española a Puerto Príncipe y éste le hizo pagar al Presidente Geffrard la suma de doscientos mil pesos, Geffrard se llenó de miedo y terror (...) y solicitó un acuerdo con el Gobierno español".(12)

A partir de ahí, el Presidente haitiano no hizo mas que contemporizar con la Corona Española, intentando ser intermediario entre la Reina Isabel II y los restauradores  para el canje de prisioneros. Por esto no resulta extraña el encabezado de una  carta del gobierno restaurador: 


"EXPOSICIÓN DEL GOBIERNO PROVISORIO, DIRIGIDA POR CONDUCTO DEL PRESIDENTE GEFFRARD, A SU S.M. LA REINA ISABEL II..." 

 Y tanta era la tibieza entonces de los dirigentes haitiano hacia la monarquía española que GL opinaba del Comandante haitiano Noel Philantrope jefe del importante puesto de Juana Méndez (importante aún hoy)* que era "adicto a españoles", "perseguía a los dominicanos para congratular a los españoles".

La  empresa textil dominicana GRUPO M, ante la competencia china, trasladó sus instalaciones a Juana Méndez creando numerosos puestos de trabajo (7,000) con sueldo por encima de la media de Haití. Como ha dicho el economista Jaime Aristy Escuder "el mejor muro fronterizo es el que construyó el Grupo M".


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Geffrard también exigía la entrega de refugiados haitianos como Silvan Salnave que luego fue presidente de Haití. El gobierno restaurador, por supuesto, rechazó tales requerimientos:

"El gobierno dominicano con justa razón  se hizo oídos sordos  a los reclamos de un gobierno que por cobardía no quiso reconocernos beligerancia"(13) (I, 270)

NISSAGE SAGET


Los enfrentamientos entre caudillos haitianos ocasionaban gran tráfico de exiliados políticos por la frontera de la isla Española dividida en dos repúblicas: Dominicana y de Haiti.

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Luego Sylvain Salnave fue presidente, y cuando a su vez  experimentó el hostigamiento  de Nissage Niget  tuvo asimismo que refugiarse en  Dominicana, pero el Gobierno de José María Cabral lo apresó, entregándolo al Gobierno de Haití por una recompensa de cinco mil pesos. Gregorio Luperón siempre defendió el derecho de asilo por lo  que en una carta al historiador José Gabriel Garcia, que al parecer no tuvo muy a bien su posición, le expresa:

"Siento profundamente que mi protesta contra la entrega del malvado Salnave a su gobierno, por el general Cabral, le haya sorprendido. Todos los dominicanos que aman su patria y su honra, debían protestar contra un hecho que la encadena y mancha vergonzosamente  a una infamia"(14)

Luperón certificaba que a causa de ese hecho los dominicanos eran muy mal mirados en Haití. Que allí solo se oía como voz general del país vecino: "El general Cabral pudo fusilar a Salnave y no venderle", y que por ese hecho
"Entre la República Dominicana y la República haytiana(sic) hay hoy una hendidura latente, que concluirá por ser un abismo que la separa de toda paz y de toda seguridad".(15) 


Como ven, la frontera era un "tira y afloja" permanente, un gran cúmulo de actividad e interrelación entre  naciones e individuos, que dependían de las coincidencias políticas o desapegos de sus gobernantes hacia el otro; una serie de apoyos y aprovechamientos mutuos; baste contar que Luperón se entera más tarde de Ulises Heureaux que cuando presentó por primera vez su candidatura la Presidencia de República Dominicana "El general Salomon, como Presidente de Haití, facilitó a éste la suma de cincuenta mil pesos oro americano para que hiciese triunfar su Candidatura".(16) 

Además ofrezco otros incidentes que constatan la riqueza de la efervescencia que se movía en la frontera: 



Cuando "el respetable General Longuefosse", al decir de  Luperón, a la cabeza de un grupo de sublevados  contra Geffrard, huyendo fue capturado, adviertan en que circunstancias:


"Venía en una embarcación que a su vez traía a las aguas dominicanas trescientas carabinas y varios pertrechos que el agente dominicano en Cabo Haitiano, Mr. Grimer, enviaba al gobierno dominicano".(17)

 En octubre de 1864 Gaspar Polanco depone al Presidente Salcedo y lo deporta a... Haití ( Luperón encomendado a llevarlo prisionero protege su vida cuanto pudo por encima de la pésima opinión que tenía de él, hasta entregarlo en Santiago, donde no pudo impedir que se cumpliera el deseo de Polanco, es decir, su fusilamiento...)

Hasta el General español Campillo, célebre por sus crueldades en la guerra, asediado en Beler se le conmina a rendirse en breve tiempo y...¿qué hace..?

"antes de vencerse el plazo indicado, Campillo y su columna abandonaron el cuartel y se refugiaron precipitadamente en Haití".(18)


Luperón tuvo que trasladarse a Saint Thomas cuando preparaba ofensiva desde Haití.Y así se lo informa a Gabriel García:

"Acabo de llegar de Haity(sic). Me he retirado de la de la revolución. El gobierno haitiano suspendió los recursos a mi linea, y obligado estuve a suspender también mis operaciones".(19)

Mucha de las luchas contra los  traidores locales dependían de las facilidades que podía suministrar algún gobierno o disidentes amigo en Haití. De ahí que en correspondencia de nuevo  a José Gabriel Garcia le informa

"Si la toma de Puerto Príncipe sale verdad, tendremos armas, municiones, dinero, marina, etc. Es posible que se haya efectuado ya, pues tengo carta de Pina, que me escribe desde Jacmel, y me asegura que Salnave se ha embarcado ya".(20) 

Jacmel, efectivamente, es una Comuna de la República de Haití, punto frecuentado por los insurrectos dominicanos.

"El general Cabral, que se hallaba en Jacmel, ha llegado aquí y seguidamente vuelve para Haití. El general Marcos E. Adón lo tenemos aquí y parte igualmente para territorio haitiano".(21) 
E incursión desde Haití también la hizo Francisco del Rosario Sánchez apenas se consumó la Anexión a España, siendo uno de los primeros que la enfrentó en la práctica. Este hombre había tenido una vida muy activa, estuvo en el 27 de febrero de 1844, logrando y sosteniendo la Independencia ante la ausencia de Duarte,  sin embargo colaboró con los presidentes autoritarios  Santana y Báez. Se reivindicó al oponerse a la Anexión a España sacrificando su vida, porque lo que importa no es como hayas empezado la trayectoria política, sino como la has terminado.**


Así...de esta suerte transcurrió el siglo XIX y las relaciones protagonizadas por Luperón en cuanto a las relaciones con Haití. Entre el apoyo mutuo en las luchas políticas, entre  ataques, recelos  y recriminaciones...


"Los haitianos no respetan ninguna convención ni ningún tratado, y para con los dominicanos ellos no tienen más política que el engaño y la usurpación. La ocupación de nuestro territorio, tolerada o disimulada por el gobierno dominicano, constituye derecho legítimo (para los haitianos, quiere decir. Aclaración del blog)) y es el "uti possidetia"(22)

Esto lo afirmaba porque ciertamente los gobiernos de  Cabral y Heureaux-Lilís-, dejaron que Haití ocupara zonas del territorio dominicano en Bánica, Rancho Mateo, Cachimán, Puerto, etc

Y si no era por parcelas de territorios, GL recriminaba acerca  de los titubeos, como hemos visto, de los gobernantes haitianos ante España y Estados Unidos (como ya hemos visto) insistiendo en su Antillanismo:

"La política haitiana para con los dominicanos es siempre la misma. No quisieron ver la anexión americana, pero admiten el enajenamiento de Samaná. Tienen mucha simpatía para los dominicanos, pero les tienen miedo a los yankees.(23)

Por esto, Gregorio Luperón concluye que a Haití le hace falta "un hombre de Estado que se pusiese a la altura de la situación, no tan solamente de la amenaza que pesa sobre esta isla con la más grave presunción yankee...


...Pero sí, que comprendiera la misión que tienen estas dos repúblicas para con las dos islas vecinas de Cuba y Puerto Rico" pero "el político haitiano, no ve más allá de Salnave, hay muchos que hablan como cotorras, pero sin consciencia ni voluntad de hacer nada".(24) 

Cuando más arriba en un contexto diferente  he citado de Gregorio Luperón  que "entre República Dominicana y la República haytiana (sic) hay una hendidura latente queconcluirá por ser un abismo que la separa de toda paz", ahora, sin ninguna extrapolación, simplemente la usare a seguidas para  identificar  situaciones dadas en el siglo XX  y XXI a las que esta frase sirve para etiquetar. 


Rafael LeonidasTrujilllo

La separaciones entre las dos pueblos las hacen los gobernantes. El caso extremo lo desempeñó el dictador Trujillo que para ello implementó mecanismos en todas los aparatos ideológicos  del Estado dominicano y se rodeó de una intelectualidad que teorizó sus discursos racistas. 

Pero insólitamente,  con casi igual dimensión trujillista, los gobiernos del PLD hasta 2012 dieron espacio a la ultra-derecha dominicana, espacio  que ésta utilizó eficientemente logrando llevar a unos límites explosivo la relación entre los dos pueblos en base a noticias falsas en la Red reproducidas por dominicanos de todas las clases sociales como tontos útiles,  declaraciones de líderes políticos, de las más altas instancias de la Iglesia Católica y de determinadas confesiones evangélicas extremistas. Hasta llegó a proponerse el levantamiento de un muro a lo largo de toda la frontera. Sólo faltó la matanza de Trujillo, pero los ánimos estaban tan caldeados que parecía que no tardaría en suceder.
El Dr. Milton Ray Guevara, prestigioso jurista y Presidente del Tribunal Constitucional, responsable de la sentencia168/13, que insólitamente ordenaba buscar indicios de haitianos en más de cinco generaciones desde 1929. El principio jurídico de la no-retroactividad de la ley violentado.

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Y todo venía apoyado  por  una sentencia fascista del Tribunal Constitucional dominicano(la168/13). que ordenaba hacer una pesquisa desde 1929 hasta la actualidad de los ciudadanos dominicanos con ascendencia haitiana para desposeerlos de la nacionalidad sin importar arraigo.


El actual Presidente de República
Dominicana, Danilo Medina, con
una ley logró amortiguar la injusticia
de la Sentencia 168/13
 Con la 169/14 facilitaba la búsqueda
de soluciones para los inmigrantes 

en general, haitianos la mayoría.

Comparando el intento de este engendro dominicano, sólo Alemania hitleriana llegó a tanto, y Dominicana, país pequeño, de 80% descendencia africana, entre mestizos y afro-dominicanos, fue capaz de crear mezquindad jurídica de tales proporciones. 








"En lugar de preocupaciones mentecatas y miserables en un país mestizo de diversas razas, la conglomeración social".(25)




(En la próxima y última entrega Asuntos
 culturales y Unas Conclusiones).



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*En francés, Ouanaminthe, es una ciudad que dista apenas de medio kilómetro de la ciudad dominicana de Dajabón; sigue siendo hoy un importante y dinámico enclave de negocios e intercambio cultural entre las dos naciones. Se podría decir que es casi una ciudad común.
**En la actualidad existen muchos políticos de izquierda a los que sus acólitos los tienen como unos "próceres" por la  entrega que tuvieron en las luchas del pueblo dominicano durante y después de la dictadura de Trujillo y la época de Balaguer. Sin embargo están ahí, hoy enclavados en sus tronos como viejos dioses a adorar, pero  han hipotecado su trayectoria por el acomodamiento que les han brindado los gobiernos  del Estado dominicano y éstos, a su vez, le han pagado con apoyo electoral arrastrando a su militancia y seguidores (caso PTD); y sí, importa como empiezas, pero más como terminas, y esos líderes de izquierda no han terminado con dignidad.  Sánchez sí se reivindico. 


(1) "Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos..."Por Gregorio Luperón. Editorial El Diario, Santiago, República Dominicana, 1939. Tomo I, pag. 95.
(2) "Notas..." Tomo III, pag. 385. Realmente no fue por "torpeza", como dijo Luperón, sino porque estos personajes eran beneficiarios de la esclavitud, ya que eran poseedores de esclavos.
(3) "Notas..." Tomo I, pag. 234.
(4) y (5) "Notas..." Tomo III, pag.51.
(6) Idem. Pag. 316-
(7) y (8) Idem. Pags.48-49.
(9) Idem. Pag. 14.
(10) Idem. pag 322.
(11) Idem. Pag. 277.
(12) "Notas..." Tomo I, pag. 53.
(13) Idem. pag. 270.
(14) y (15) Escritos de Luperón en Revista Clío 36-37. Academia Dominicana de la Historia(ADH). Compilados por Emilio Rodriguez Demorizi. Todas las citas de Clío en adelante serán de estos  números integrado.
(16) "Notas.." III. Pag. 387.
(17) Idem. I, pag. 270.
(18) Idem. pag. 28.
(19),(20) y(21) Clío.
(22) "Notas..." Tomo III, pags. 387/388.
(23),(24) y (25) Clío.





domingo, 21 de octubre de 2018

GREGORIO LUPERÓN A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS (6)



4.2.- Ideología, Antillanismo y Anti-imperialismo

a) Ideologías: Socialismo y Cristianismo


"El socialismo dominicano se parece un poco a la Comuna de París: que mientras los alemanes ocupaban una gran parte de Francia, humillando la nación(...) aquellos tuvieron valor y fuerza suficientes para asesinar a los defensores de aquella patria oprimida..." (1)

¿A quienes se refería Gregorio Luperón(GL) cuando insinúa la existencia de socialistas dominicanos y, a su vez, rechaza sus ideas? ¿Qué personas en esa época habrían externado ideas de ese tipo; aún más, hablar  de revueltas y revolución socialista? Es un asunto a investigar. Actualmente está estudiado y datado que las primeras difusiones de esas ideas en República Dominicana las hizo el intelectual José Ramón López en 1912 en dos artículos publicados en el periódico dominicano Listín Diario: "Socialismo" y "Política Socialista" y luego, como mayor difusor, Adalberto Chapuseaux en sus libros "¿El Porqué del Bolschevikismo?" en 1925 y "Revolución y Evolución" de 1929.
Barricada en la ciudad de París tomada por socialistas anarquistas en 1871

Es de suponer que sus viajes a Francia, la información de los acontecimientos suscitados en en la capital europea, y haber sido  la Comuna de París un hecho contemporáneo a su vida política (1871) le habían creado una idea propia de lo que significó, y tanto así como para llegar a comparar a los socialistas de Santo Domingo con las características de aquel hecho.

Así que en una carta a José Desiderio Valverde sigue caracterizando a quienes al parecer han externado ideas anarquistas o socialistas:


"Pero hoy, los socialistas y visionarios pululan por toda la República, predicando en sus hojas doctrinas desmoralizadoras y la guerra social, que es la mayor calamidad de los pueblos".(subrayado mío, jprt) (2)



¿Qué colectividad o liga difundía en publicaciones que Luperón llamaba "la prensa impolítica de los anarquistas de Puerto Plata" una nueva doctrina?



Luperón es fruto de su tiempo. No podemos  desde nuestra época acomodar nuestras convicciones a los próceres que admiramos, cosa que se suele hacer; de ahí que los héroes del pasado los queremos revestir con nuestras ideas, las cuales ellos nunca podrían compartir, y hacerlos más revolucionarios que el liberalismo que sustentaron.

Partiendo de estas premisas y constatando que GL no escatima epítetos para estos hombres que difunden ideas nuevas: ("anarquía, es su elemento","delirante fantasía", "su arma es la calumnia", "doctrinas desmoralizadoras") habría que tildarlo de reaccionario. Pero no. El liberalismo sustentado por Luperón era lo más progresista de la época y permitió a muchos de los países Europeos afianzar el progreso y sus democracias.

El término socialista lo utiliza GL un tanto confuso o interesado según le convenía a la situación o acomodado a sus ideas religiosas. En su obra ya citada caracteriza a la República Dominicana así:


"Tal como la hicieron sus fundadores, es despótica y opresora, tal como la ha hecho la Providencia, es socialista, a tal extremo que cincuenta años de suplicios no han bastado para destruir la igualdad social"  (3)

Pero en otra ocasión, cuando un grupo de ciudadanos de Puerto Plata desde los periódicos La Libertad y El Propagandista lo criticaban, y a su vez a la Compañía de Crédito de la que él era accionista, socialista ya era otra cosa, pero negativa, y así responde en enero de 1885 a través del periódico El Porvenir:


"Así como hemos luchado contra los invasores de la patria(...) así estoy dispuesto a luchar contra el socialismo, el comunismo, la demagogia y su anarquía, que es mil veces más funesta y más perniciosa que todos los tiranos". (4)

 Empero nos sorprende de nuevo con otra opinión diferente: 


"Porque creen de muy buena fé(sic) salvar la patria amenazada con sus discursos y con su fecunda y delirante fantasía".(5)

Como ven, deja traslucir que esa gente no tiene más que una equivocación, en el fondo tienen buenas intenciones. 

En fin, tres opiniones sobre una sola realidad y concepto de un sujeto en diferentes estados de ánimo y circunstancias. Primero, con un idealizado e inverosímil socialismo en la sociedad dominicana; segundo, casi como una maldición y, por último, tratando de comprenderlo porque no le desposee de cierta sinceridad aunque ilusa.  


Entonces puedo imaginar lo que el lector puede pensar en este momento: ¿Por qué Gregorio Luperón Castellanos arremete de esa manera contra esos socialistas en ciernes de la República Dominicana de 1885? Y la respuesta, según mi interpretación, la voy a dar ipso facto:

A todo lo largo de este ensayo hemos visto como la preocupación de las mentes más avanzadas de esa época era obtener una estabilidad institucional, la paz, eliminar las llamadas "revoluciones" que no eran tales sino las ambiciones de los caciques que se derrocaban unos a otros en tramos cortosy no dejaban a un gobierno cumplir sus periodo estipulado. Y era esto lo que más abominaban.



El general Eloy Alfaro y su grupo de montoneros, un ejercito irregular
  que como en toda América
Latina después de las independencias de sus naciones,  se dedicó a tumbar
uno que otro gobierno, impidiendo la paz e institucionalidad requerida para
hacer avanzar sus sociedades.
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Entonces qué actitud podemos esperar de Luperón para con una doctrina que predicaba "la guerra social" en un contexto que semejaba esa guerra y del que estaba hastiado. Además es  improbable que nuestro personaje conociese en profundidad las ideas marxistas, y añado que la sociedad dominicana no estaba preparada para ser receptoras de tales ideas.

 Por eso la carta referida confirma lo que, en contraposición,  necesita la República:


"organización positiva, trabajo, industrias, paz y saberse crear medios propios para darnos la fuerza y civilización necesarias para mantener nuestra independencia nacional".  (6) 

Así de sencillo. Y por eso que ha confesado Luperón no podemos disminuir nuestras simpatías, u ocultar este texto luperoniano para auto-engañarnos y seguir creyendo que el prócer piensa como  nosotros pensamos hoy.



 b) Antillanismo y Anti-imperialismo


DR. BETANCES
La elección de Eugenio María de Hostos para dirigir la filosofía educativa en la República Dominicana también simboliza un mismo pensamiento solidario con Puerto Rico y Cuba ya que se incubaba la idea del antillanismo que Betances y Hostos  promovían y que propugnaba por una federación de esos países con República Dominicana, ideas para las cuales ganaron a Luperón.*

Pero también una cosa implicaba otra: el antillanismo implicaba anti-colonialismo y la solidaria unión defensiva de Las Antillas.  España  no cejó en conspirar contra Dominicana pues su independencia daba mal ejemplo a las otras dos naciones antillanas en las que se mantenía el colonialismo y la esclavitud, y por de pronto Luperón apoyaba y contribuía con los patriotas de las otras Antillas, tanto así que protegió y recibió personalmente en Puerto Plata y contra la persecución del gobierno de España  a Maceo y Betances.



MACEO
La gobernación española en el Caribe reclamaba la extradición del cubano Antonio Maceo, primero queriendo engatuzar a GL ofreciéndole la Gran Cruz de Carlos III y la entrega de sus enemigos políticos, tales como Báez, Cesareo Guillermo, González, etc., residentes en ese momento en Puerto Rico; luego pasan a las amenazas, enviando una comisión a conversar con dos vapores de guerra. Luperón respondía a España


"Reclamaba la entrega de Maceo como criminal, sin copia de proceso, cuando Maceo era político, lo que ponía a cubierto toda reclamación". (7)
y acerca de la entrega de sus adversarios políticos por un trueque por Maceo,  tajante decía que antes


"abriría la puerta a ellos sin jamás cometer la inicua violación del derecho de asilo que tienen los refugiados políticos en República Dominicana".(8)

Hay que acotar  que resulta curioso que un país de tanta turbulencia, pasos adelante-pasos atrás, esté procurando comportamientos y leyes liberales y sea España la que lo quiera mantener  en el ostracismo retrógrado, de ahí que no sean extrañas estas palabras de Luperón dirigidas a la madre patria tildándola, además, como "decrepita":

 "Qué porvenir espera el Gobierno Dominicano para la República con la paz de España?(...) La paz con España en nuestra patria se llama Segovia**, su matrícula española en 1856; se llama 18 de marzo 1861***, con Santana. ¿Quién puede esperar otra cosa de la paz con España? Si alguien hay que espera algo mejor, yo lo juro, es un tonto".(9)

La anexión a España, la posterior guerra contra ésta y las actitudes adoptadas contra la República Dominicana por el decadente imperio español, evidenciaban quien era el enemigo de la independencia del país en ese momento

"a España no le conviene que nuestra Patria progrese, si no que se atrase  por medio de las mas crueles revueltas, y por eso paga bien a los catalanes****, desacredita a la república y sus gobernantes".(10)


Tipo de combatiente voluntario catalán de los
que vinieron al Caribe a batallar por España
en 1872.


Después del ciclo español, comenzaba el tiempo de la la penetración del poder norteamericano. En 1883 Estados Unidos ya realiza fuertes inversiones en las Islas Filipinas y Cuba. En esta última compra una gran explotación de caña de azúcar. Se inicia la decadencia del poder hegemónico de la potencias europeas en Latinoamerica. En República Domincana vuelve el reiterado asunto de la apropiación de la Bahía de Samaná y los intentos por  anexar toda la nación como pretendió Báez. 

Fue en los gobiernos del dictador Ulises Hereaux cuando se da vía libre al poder del capital norteamericano.

El USS Maine
La explosión del vapor de guerra norteamericano en la
 Bahía de la Habana (causas nunca esclarecidas) sirvió a los
yankis para iniciar una guerra con España y  desplazarla
definitivamente como potencia colonialista


"Cosas de yanquismo" denominaba GL a todo lo referente a la incipiente penetración del poder e intervención norteamericana en los asuntos del Caribe y Latinoamérica en general...


"He luchado contra la dominación española y la tiranía de Báez, sin haber aceptado la primera ni la segunda, como jamás aceptaré ningún tirano y a ninguna dominación extranjera. (11)

Y muchas veces  se iba a los extremos: para GL "entre yankees y dominicanos no hay asimilación posible", que salvo la suya, los norteamericanos eran enemigos de todas las razas, a las que querían exterminar. Si lograban penetrar en el país


"los yankees harían de los dominicanos y de los haitianos lo mismo que hicieron y están haciendo con los indios en su territorio"(12) 

Así que

"De semejante pueblo, sin más ejecutoria moral que el dollar y sin más conciencia que la del atragantamiento, ninguno puede esperar justicia ni tener confianza y seguridad en el porvenir". (13) 


 Cuando el ejercito inglés comienza una ofensiva contra Egipto para consolidar su dominio en esa nación, enterado GL del acontecimiento es una oportunidad de insistir contra toda intervención extranjera. Como es habitual escribe  al director del periódico El Porvenir el 15 de julio de 1882: 


"Desde el 11 de este mes la flota inglesa ha abierto batería y descarga sus mortíferos fuegos sobre la ciudad de Alejandría, en Egipto. Este lamentable suceso me ha conmovido profundamente. Es que para mí es un tormento terrible saber que todavía hay pueblos en pleno siglo XIX, que como la poderosa Inglaterra, abusan tan bárbaramente de sus fuerzas contra los pueblo pequeños y débiles". (14) 
Dibujo del bombardeo de Alejandría por el ejército colonialista inglés en 1882.

Y he aquí que GL cae en cuenta que la industria del armamento ha entrado en otra etapa al  constatar los que posee Inglaterra. "No tenemos ni remotamente idea de lo terrible que son los nuevos armamentos, ni de su alcances, rapidez y precisión de sus proyectiles"


Esta reflexión, como no, le sirve para volver al asunto del mantenimiento de la independencia de la nación que si

"no se arma con nuevos armamentos, estará siempre a merced de la primera nación salteadora de pueblos que quiera adueñarse de nuestra patria" (15)

así, casi en forma de chanza, nos hace contrastar los pertrechos militares de la República con aquellos ingleses: 



"nada de trabucos y viejos cañones, ni de fusiles de piedra de chispa. Ya la bayoneta y el sable de cabo dominicano son instrumentos innecesarios"(16)

Luperón se mantuvo siempre combatiendo la intervención extranjera, pero propugnaba siempre por la participación equitativa y legítima de las potencias en los negocios y la economía para beneficio soberano del país:


"que Estados Unidos pueda disfrutar, como los demás, de las ventajas que ofrece al mundo civilizado el país, sin pensar jamás en adueñarse de ningún punto en él".(17)

Pero no sería así. El nuevo imperio venía como todo lo nuevo, arrollador. En 1889 al fin se había creado el primer banco nacional en el régimen de Ulises Heureaux. Y tal como sucedió con el préstamo que hizo Buenaventura Báez a la empresa Hartmont en 1869, fue una estafa colosal. Ahora la empresa de capital norteamericana, Santo Domingo Improvement Co., a la manera de los buitres financieros de hoy se hizo con toda la deuda exterior dominicana. El poder de Estados Unidos penetrando ya por un punto neurálgico, la economía, adiós lo que propugnaba Gregorio Luperón: "participación equitativa", "legítima" de las potencias "en los negocios" y la "economía", sin pensar jamás en adueñarse de ningún punto en él".


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Es sintomático de un error o una intencionalidad imperdonable que en MQ (Memorias de Quisqueya), revista educativa del Archivo General de la Nación(AGN), se escriban cosas para presentar a Gregorio Luperón como Padre del Antillanismo cuando él mismo admite que fue seducido en esas ideas por Hostos y Betances. Y es grave que su directora entonces, Reina C. Rosario Fernández, sea la autora del artículo que expone: "Su idea de la Confederación Antillana fue asumida por líderes antillanos de la talla de Emeterio Betances, Eugenio María de Hostos, José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez...", y que sean, además, del consejo editorial y colaborador, respectivamente, Roberto Cassá y Fran Moya Pons dejando pasar esa falsedad. Ver número de julio/septiembre 2010.

**La matrícula de Segovia fue una disposición del cónsul Antonio María Segovia que facilitaba la nacionalidad española a todo aquel que la solicitara o se inscribiera en el consulado español. Fue una medida adoptada en el marco de las disputas entre potencias colonialistas.

*** Esta fue la fecha de la firma de la Anexión de la República Dominicana a España.

****Seguramente  Gregorio Luperón se está refiriendo a los comerciantes catalanes de los  que había bastantes establecidos sobre todo en la región del Cibao. Poseedores de medios de producción, capital y por tanto poder, poseían capacidad para boicotear la economía del país si así lo dispusiesen, para perjudicar al gobierno restaurador.

(1) Escritos de Luperón en Revista Clío, números integrados 42-43. Colección y notas de Emilio Rodríguez Demorizi. Academia Dominicana de la Historia. 1940. Pag. 186.
(2) Idem.
(3) Gregorio Luperón. Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos Tomo II. Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Editorial de Santo Domingo. Sto. Dgo, República Domincana, 1974, en base a la reimpresión del fascimil de la publicada en 1939 por Editora El Diario, Santiago, R.D. Pag.405.
(4) Idem. Tomo III, Editorial El Diario, Santiago, R.D. Pag. 175. 
(5) Revista Clío 42-43, pag. 187.
(6) Idem. pag 186.
(7) y (8) "Notas Autobiográfias..." Tomo III, pags. 52 y 53.
(9) Escritosde Luperón en Clío No. 38. Pag.
(10) Idem.
(11) Escritosde Luperón. Clío 36-37. Pag.153
 (12) y (13) "Notas Autobiográficas..." Tomo III. Pag. 329.
(14) Clío 38, pag. 208.
(15) Idem.
(16) Idem.           
(17) Idem, pag 203. Carta a Casimiro de Moya, Ministro de Relaciones Exteriores





sábado, 22 de septiembre de 2018

GREGORIO LUPERÓN A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS( 5)





-CUARTA PARTE-
De Ideología, Educación y Cultura


4.1. Asuntos Educativos.

a)  Educación Escolar y Pedagogía
"Ojalá que usted, cansado de la guerra que ahí le hacen los enemigos del verdadero progreso, obreros del oscurantismo y del retroceso,  se viniera para acá, donde hay tan buena voluntad para con usted y donde de veras se le estima y distingue".(1)


Estas palabras las dirigía el ciudadano Gregorio Luperón a otro prestigioso ciudadano, a Eugenio María de Hostos, quien tuvo el privilegio de ensayar sus métodos educativos en República Dominicana con el apoyo de los gobiernos del partido de Luperón.



Hostos había estado en el país hacia 1873 pero siguió su curso errante por muchos países de América: los gobiernos autoritarios y dictatoriales no daban oxígenos para nuevas ideas.  Volvió en 1879, cuando gobernaba provisionalmente Gregorio Luperón,  perfecta coyuntura para comenzar a dar espacio a sus métodos, ahora tenía "la oportunidad para echar al surco la siembra solar de sus ideas"(2), como expresara el también educador Víctor Garrido en 1942 en su calidad de ministro de educación en la inauguración del monumento a Hostos.


La elección de este pensador puertorriqueño denota el interés franco y clarividente de Gregorio Luperón por una pedagogía moderna que lleve al pueblo a otra etapa de su instrucción. Para él, el método de Hostos...


"Hará de mi país una nación de ciudadanos libres, viriles, inteligentes, sabios, económicos y laboriosos: en una palabra un pueblo civilizado y digno de llamarse un pueblo independiente en pleno siglo 19".(3)


Félix Evaristo Mejía



La apuesta de Luperón por la filosofía educativa de Eugenio María de Hostos fue acertada y arriesgada. Arriesgada porque era un país imbuido y adoctrinado por la enseñanza memorística, escolástica, del cristianismo catolicista. Porque el propio Estado y su Constitución establecía que la Católica era su religión. Y el restaurador independentista ratificaba en sí mismo ese adoctrinamiento, testimoniaba que:


"Por una de las cosas que más gracia ha dado a la Providencia, es por haber nacido de una familia cristiana, hospitalaria, bondadosa y pobre".(4)
y que

"Leía en una biblia, que redobló en su alma las creencias religiosas que su madre le había enseñado" (5) 

Pero el cristianismo que confesaba llevar profundamente Gregorio Luperón no era compatible con el que practicaron los españoles durante La Anexión. El suyo había cohabitado con los cultos,  de los que fue testigo en su Puerto Plata natal, de influencia anglicana y adicionalmente conformado por diferentes congregaciones/ramas del protestantismo. Por esto su cristianismo  era el de la tolerancia y el respeto a las demás confesiones.  Para él, fue de principio  respetar la libertad de culto; de ahí que la incluyera en la Carta Magna de la época: la urgente Constitución de 1865 aprobada por la Asamblea Nacional que, por carencia de tiempo, fue copia de la de Moca (1858)* con algunas enmiendas, una de ellas, propuesta directamente por Luperón, decía


"Que entre los actos impolíticos del Gobierno español, uno de ellos ha sido las persecuciones religiosas, la destrucción de los templos protestantes y las supresión de las escuelas metodistas que han sido de gran utilidad al país..." (6)

 Y esa enmienda, ya convertida en decreto se estableció en la Constitución 
"Artículo Único: Quedan restablecidos, como lo estaban anteriormente en la República, la libertad de conciencia y la tolerancia de cultos" (7)


Salomé Ureña de las primeras egresadas
del Instituto de Señoritas fundado por
Eugenio María de Hostos.
Bien...sigamos....Por tanto, ese riesgo ya insinuado antes provenía de que las ideas  del maestro puertorriqueño tenían un alto componente de Positivismo a través de una corriente que se le asemejaba, el krausismo, que predominó en España y la cual Hostos adquirió cuando residió y estudió en la  Península Ibérica. Y el krausismo era laico, propugnaba por dejar fuera del ámbito escolar la enseñanza religiosa, apostaba por la ciencia, por el contacto del alumno con la naturaleza, por la verificación de campo de los fenómenos, en fin, el uso del método científico opuesto al memorístico de la iglesia católica.

Y fue una apuesta arriesgada porque dentro y fuera  del partido de Luperón le hicieron la guerra, solapada o directamente, al método hostosiano.


Mas luego, ya implementado, nuestro personaje mantiene seguimiento a la marcha del nuevo método educativo, así como logros y evaluaciones de sus alumnos. En 1882, desde París:


"Aquí he leído con verdadero placer los brillantes resultados de los exámenes de la Escuela Normal y lo felicito de todo corazón. Prosiga sus tareas adelante y sin inquietarse por las dificultades, ya usted lo sabe, que no hay mérito en hacer lo fácil sino lo difícil" (8)

Un año más tarde desde Puerto Plata

"Puedo asegurarle a usted, que aquí suena mucho el nombre de la Normal(...). Los frutos de la Normal ha vuelto a palparse en los exámenes últimos"(9)

Luisa Ozema Pellerano, alumna del Instituto
de Señoritas, a la muerte de su directora,

Salomé Ureña, años más tarde lo
dirigió y rebautizó con el nombre de
ésta última.
Gregorio Luperón aunque confía y cree en la metodología de Eugenio María de Hostos no es indiferente a los ataques de los que era blanco constante, y lo estimulaba para  no desfalleciera como expresa la  penúltima cita inserta. Inclusive hay un incidente en el que se atenta contra la vida del suegro del educador, el doctor Ayala, aunque no está aclarado suficientemente por Luperón cuando lo menciona, apenas  un "Supongo que la justicia habrá hecho lo que le correspondía" (Clío 38, 209), pero está dentro de la probabilidad de ser un eslabón más al hostigamiento del que era víctima Hostos y sus ideas.

La cita que encabeza este escrito en una muestra de eso: a donde Luperón desea que el señor Hostos se venga pa'cá   es a  la ciudad de nuestro prócer, Puerto Plata, donde reinaba un ambiente cultural muy activo y dinámico prohijado por el propio Luperón en diversas sociedades culturales, de las que ya escribiremos más adelante.

"Usted estará ya fastidiado de tantos reptiles. Si ahí, en la capital, no lo comprenden así (sus métodos y propuestas) cúlpense ellos por incapaces de conocer la verdad"(10) 


Y al fin, en una sociedad vetusta, de predominio general de las ideas rancias, de una masa analfabeta e inculta, el proyecto de Luperón y Hostos quedó trunco.



Los enemigos interiores y exteriores al partido azul se encargaron del resto: desde los más retrógrados de la sociedad dominicana del siglo 19,  pasando por el padre Meriño, que había hecho un aceptable gobierno como ya hemos visto, pero siempre se opuso a los métodos de Hostos, lógicamente por no aceptar, dado su estatus de clérigo católico-cristiano, que las confesiones religiosas deben estar fuera de las escuelas; o como el Presidente Ulises Heureaux-Lilís- (siempre presto a complacer a la oligarquía), que al fin se quitó esa piedra del zapato que propugnaba por ciudadanos libres: hostigando y boicoteando, previo ahogo económico.

Y en medio de esa asfixia, en 1888 Hostos se marchó a Chile. Tulio Manuel Cestero, autor de la destacada novela La Sangre, en 1939 y en una conferencia dictada en Buenos Aires, Argentina (Clío 45) expone lo que podríamos definir como últimos momentos en Santo Domingo: "Siéndole imposible la colaboración con un gobierno ilegal, se alejó el maestro de Santo Domingo después de haber celebrado con Ulises Heureaux una larga entrevista, que hasta la fecha ha quedado en el misterio".


Sería alargar innecesariamente este escrito detallar los resultados de la labor de Hostos. Baste enumerar que a partir de que el gobierno provisional de Luperón(1879) por decreto creó la Escuela Normal, subsecuentemente llegaron el Instituto de Señoritas, el Instituto Profesional, las primeras promociones, Sociedades Cuturales, publicaciones y los descollantes discípulos como Salomé Ureña, Félix Evaristo Mejía, Luisa Ozema Pellerano, Américo Lugo... 



(Considero que la intención y esfuerzo de Gregorio Luperón y demás que impulsaron una educación científica, de valores éticos y pensamiento reflexivo no se equipara a ningún esfuerzo realizado hasta ahora en la República Dominicana; formulando esto me expongo al riesgo de que muchos me acusen de exagerar. 

Y lo dirán porque  constato que, ofuscados, se creen la proclamación de la "revolución educativa" que ha hecho el gobierno actual de la República Dominicana. Una "revolución" de edificaciones y aumento de empleados. En eso se ha convertido el prometido y cumplido 4% del presupuesto para la educación. Convertir el Ministerio de Educación en un ministerio de obras públicas y empleo para los amiguetes, no es revolución educativa.** 

Revolución educativa implica cambiar su filosofía, hacerse del maestro vocacional, crear en el alumno mentes pensantes, analíticas, no dogmáticas y transformar también las actitudes de la familia.

 El Estado y los maestros se hacen de la vista gorda. El primero "dizque" evalúa al docente, y el docente se resiste porque sabe de sus carencias. 

El gremio de profesores(ADP), en una constante lucha por aumento salarial, con el arraigo inmenso que ha tenido en sus afiliados, poco a contribuido (con sus excepciones, claro) a la instrucción ética y a un pensamiento reflexivo del alumno que a la larga impregne conciencia de ciudadano, de la política con vocación de servicio, no de servirse, ni  del "dame lo mío".

¡Hay que volver a Hostos y a Luperón con los ajustes pertinentes a este siglo!)
  



Américo Lugo
Aunque no todo estaba perdido porque después del asesinato de "Lilís" Hostos regresa a Santo Domingo y continúa su labor (definitivamente su legado es interrumpido con la intervención norteamericana de 1916 y después erradicado  por Trujillo) pero en el  momento de su marcha en 1888 vuelve el desencanto de nuevo. Cuando en el Tomo III  de su autobiografía Gregorio Luperón escribe el capítulo XII, es la época larga de "Lilís" en el poder. Ya el país 

"Carece de escuelas con un método liberal y moral que forme ciudadanos laboriosos, honrados y patriotas. La luz de la civilización ni el espíritu del progreso han penetrado como los rayos del sol en el entendimiento de las masas".(11) 

"Triste cuadro el de nuestra época! La República Dominicana se presenta como una multitud desgraciada y sin rumbo ni concierto por la corrupción y la degradación política". (12)

Un hombre tan práctico, que defendió el laicismo, ahora es de nuevo un sujeto en un momento carente de certidumbre que  va apelando a la providencia, al evangelio, al cristianismo, a las "consoladoras palabras de Jesuscristo"; que la esperanza del pueblo debe estar en ello, dice. Vuelve a cerrarse en círculo la espiral de la política y políticos dominicanos con su ciclo monótono y estancado de pasito adelante/pasito atrás.  Quédense con estas lineas para terminar esta sección:

"Parece que no hay más afán ni más aspiración que el reparto de las rentas públicas. Así se ve a la mayor parte de los jóvenes, desde que saben leer y escribir, y apenas salidos  de las escuelas, formar partidos, porque creen que no deben aprender oficios, sino la política".(13)



b) . Educación Partidaria/Educación Militar


Para 1875 el personaje que motiva este escrito está empeñado en darle consistencia y cohesión a lo que llamaban "partido", que únicamente era un agrupamiento de ideas de los restauradores. Decía que se caracterizaba por "la habilidad de Proteo", de cambiar de opinión con celeridad, inmerso en una situación sin base, "cuya política es no tener política".  No obstante para Gregorio Luperón

"era una obligación nuestra convertir en "partido de derecho" al "partido de hecho" que constituimos(...), hace tiempo que busco el modo de combinar nuestra acción política y de contribuir a la organización del Partido Nacional, que tanta fuerza tiene por sus buenas intenciones, por sus sacrificios y que es tan débil por falta de concierto".(Negritas de Luperón) (14) 

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Una de las necesidades más urgente era la educación del pueblo pues Luperón Castellanos deducía que las inclinaciones de sus coterráneos estaban basada en


"la facilidad con que se deja arrastrar de sus pasiones y afectos personales, únicos elementos de acción política que hasta hoy conoce".(15)

En consecuencia a esa educación como conjunto de seres humanos debía ser acompañada otra educación como conjunto de ciudadanos, es decir empoderarse de sus derechos individuales,  de conciencia social, de clase y de pertenecer a una nación.

Es obvio que Gregorio concluya que  su pueblo no tenía una adecuada  orientación...


"Desgraciadamente no hemos tenido otra dirección que la de los disturbios civiles, el caudillaje y la del cacicazgo(...)Vemos con los ojos del cacique, sentimos con los sentimientos malos del cacique; y no vemos, ni sentimos ni queremos sino lo que él quiere  hacernos ver, sentir, y querer"(16)


Y para fustigar ese personalismo sostenía que una personalidad por sí misma no podía constituir partido político, que la política seria debía "basarse  en el estado material de la sociedad, el estudio de sus necesidades y el conocimiento de los medios efectivos de satisfacerlas".




Urgía esa educación y organización pendientes de ejecutar por la indisciplina no sólo de las grandes masas, sino de sus propios líderes y caudillos que, como ya hemos visto a lo largo de este texto, nada más atendían al instinto de sus intereses personales y a cada momento "armaban la marimorena".





De ahí que no debe resultarnos extraño que más tarde Luperón  propugne por el establecimiento de la educación militar en las escuelas civiles y el servicio militar general obligatorio. 
 Fotograma de la película cubana "La Primera Carga al Machete" (1968) que muestra el método que ideó e implementó
 Ramón Matías Mella en la Guerra de Restauración Dominicana, y luego llevado a Cuba por Máximo Gómez
con el mismo éxito 

 Debo recordar que la guerra restauradora contra España se hizo con una gran masa  de efectivos  indisciplinados, sin ningún conocimiento militar, salvo la implementación de la carga al machete o guerra de guerrilla implementado por Mella o el aporte de gente que había estado en el ejército de la República y que siguió ya con la  ocupación y anexión española para, posterior al  inicio de la guerra, sumarse al bando republicano-restaurador. Estos fueron, entre  otros, Gaspar Polanco, Benito Monción...


Al final de su libro inserta un artículo fundamentando su preferencia por la Educación Militar en las escuelas civiles. (17) Sostiene que esa educación crea hábito de orden, abnegación, templanza, moderación, respeto a la ley y la justicia. Cree que, sin ella, el pueblo es nulo, esclavo del primero que lo tiraniza y acepta el despotismo.

Esta propuesta, con las certezas relativas que contiene, empero es un yerro evidente pues implicaba la militarización de la vida civil, y aunque no pasó de ser una idea que no tuvo aplicación en la vida política, Luperón expone tan serio asunto creyendo que aplicando el rigor castrense puede dar al traste con la indisciplina y  anarquía de dirigentes y dirigidos. Un país ingobernable puede llevar a sus más preclaras  personalidades a dar estos desesperados traspiés, y lo comprendo desde su contexto, dado que no era fácil resistir las tentaciones autoritarias y dictatoriales. 

Continúa revelando que ese tipo de educación además de disciplinar, prepara a los jóvenes "para comprender que quien quiera ser obedecido con inteligencia, debe instruirse e instruir para mandar con conocimiento y acierto".


Por otro lado sostenía que una tropa sin estudios, por más buena que fuese, nunca "llegaría a compenetrarse de la obediencia inteligente". El subrayado de la cita es mío porque...a ver... la educación militar y el ejército no se pueden equiparar con otros tipos de educación; en un partido puede haber esa "obediencia inteligente", pero en lo militar  existe sólo la obediencia ciega, sino fuera otra cosa y no castrense.



Por otro lado, apropiadamente dice que "el servicio militar debe ser general y obligatorio", pero esto así porque quiere evitar discriminaciones, privilegios, que las clases con más recursos lo evadan. Quiere reclutamiento igualitario; creo que es solidario y cuando expone eso está pensando en los suyos, en su propio origen social, de ahí que piensa que  exceptuar

"sólo tiende a los fines particulares de una casta, echando la pesada carga del Servicio Militar sobre una clase más desgraciada". 





(...Nos queda por tratar lo ideológico, su anti-imperialismo y antillanismo...) 



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* Fue una Constitución de corte liberal que restableció las libertades públicas después que una revuelta expulsara del gobierno a Buenaventura Báez y su constitución conservadora. Entre otras cosas, también abolió la pena de muerte, estableció el voto directo y declaró la obediencia de las Fuerzas Armadas al poder civil.
** En el estudio realizado por la organización EDUCA después de la vigencia del 4% del PIB para la Educación, se ha concluido que de seguir el actual ritmo de gasto en empleomanía de MINERD, 27% anual, en dos años llegaría al 90 % del presupuesto educativo, que ya es mucho decir. En 2015 existían 9 empleados auxiliares por cada 10 docentes. Ver en la Red "Calidad del Gasto Educativo en la República Dominicana".

(1) Carta a Eugenio Maria de Hostos inserta en ESCRITOS DE LUPERÓN. Compilación y notas de Emilio Rodríguez Demorizi. Revista Clío No. 38 de la Academia Dominicana de la Historia. pag. 200

(2) Revista Clío no. 53, pag. 23.

(3) Revista Clío 38,pag. 201.

(4) Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos. Gregorio Luperón. Editorial  El Diario,Santiago. R.D. 1939. Tomo I, pag. 98.

(5) Idem. pag. 90. 

(6) y (7) Idem. pag. 288.

(8) Clío no. 38, pag. 201.

(9)y (10) Idem,pag 209.

(11)y (12) "Notas Autobiográficas..." Tomo III, pags. 357 y 354, respectivamente.

(13) Idem. pag. 354

(14)  Escritos de Luperón en Revista Clío, números integrados 42 y 43. De un artículo remitido a dirección del periódico "La Paz", publicación de la sociedad cultural del mismo nombre, desde pag.183 a 186.

(15)y (16) Idem.

(17) "NotasAutobiográficas..."Tomo III, capítulo XVIII, desde la página 402 a 407. Todas las citas que restan son de ese artículo.