viernes, 20 de abril de 2018

SIN ESCAPATORIA


ESCRITO INVITADO
(ESCRITOS INVITADOS: con esta etiqueta incluyo textos de otros cuyas ideas, o simplemente su forma, comparto o creo interesantes, y aunque en algunos casos no esté totalmente de acuerdo en todo su contenido, sí considero procedente y adecuado incluirlos en mi blog.)

El artículo invitado en esta ocasión es del escritor valenciano Manuel Vicent, y lo reproduzco aquí como una especie de Anexo  de mi escrito anterior "La verdad es lo de menos", asimismo complemento y confirmación de lo expresado en otro trabajo titulado "El Nuevo Dios. Nuestro Señor.Net", en este mismo blog. Disfruten de su interesante prosa en este breve pero conciso artículo.




(Manuel Vicent (Castellón, Comunidad Autónoma de Valencia, 1936) es escritor y periodista y licenciado en Derecho y Filosofía por la Universidad de Valencia. Estudió Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid. Colaboró en revistas como Hermano Lobo y Triunfo y sus primeros artículos de temática política se publicaron en el desaparecido diario Madrid. En 1977 comenzó su andadura profesional en EL PAÍS, donde escribe en la actualidad como columnista con periodicidad semanal. En su faceta literaria es autor de más de una decena de obras, entre las que destacan, la galardonada con el Premio Alfaguara de Novela en 1966 titulada “Pascua y Naranja” o por la que obtuvo el Premio Nadal (1987), con el título “La balada de Caín”. Su labor periodística ha sido merecedor con una variedad de galardones: en 1979 ganó el Premio González Ruano y en 1994 el Premio Francisco Cerecedo.)

ESCAPATORIA
de Manuel Vicent



El ojo divino que todo lo ve ahora se llama bigdata y el ángel espía ese móvil que lleva uno en el bolsillo.




Llegados al uso de razón, a los niños de mi generación, se nos hizo saber que no teníamos escapatoria. Un ojo de Dios dentro de un triángulo, como una especie de dron que todo lo ve, nos iba a vigilar en adelante día y noche. 


Aparte de esta inspección desde las alturas, por si hubiera quedado alguna zona de sombra, a nuestro lado iría siempre un ángel tomando nota en un libro minuciosamente de todos nuestros actos, incluso de los más secretos. 


Se nos dijo que un día se abrirían todos los sepulcros y en el valle de Josafat ante la puerta dorada de Jerusalén se agolparía la humanidad entera resucitada a la espera de ser juzgada. Hay que imaginarse la apabullante escena digna de una película de Cecil B. DeMille. 


En un momento dado una voz atronadora pronunciaría tu nombre y los dos apellidos reclamando tu presencia ante el estrado del Juez Supremo. Entonces aparecería el ángel con el libro abierto donde estarían escritos tus pecados, que a continuación serían aireados al mundo entero antes del veredicto de condena.


 Este cuento infantil macabro adquiere una realidad actual bajo una forma moderna. El ojo divino que todo lo ve ahora se llama Big Data y el ángel espía, ese móvil que lleva uno en el bolsillo pegado al sexo.


 Hoy se vive con la sensación de que hay alguien que lo sabe todo de ti y que una exhaustiva información de tus caídas, imposturas y traiciones, que has ido dejando a lo largo de la vida, serán usadas en tu contra. Si eres un político tienes que saber que eso que tratas de ocultar estará en tu peor momento en la mesa de tu peor enemigo. Si eres un moralista que vas dando lecciones tampoco estás a salvo de ser desenmascarado. 



El juicio perentorio se producirá ante las redes que emitirán un veredicto de culpabilidad incluso antes de ser oído. Los de mi generación estamos advertidos desde que éramos niños.

(25 de marzo de 2018, Diario El País.)

domingo, 8 de abril de 2018

LA VERDAD ES LO DE MENOS

( Acerca de post-verdad, mentiras, fake news y odios en Internet)



"¿Han notado que una persona cambia de opinión cuando le presentas unos datos que contradicen sus convicciones más profundas? No, ¿verdad? Es más, da la impresión de que una persona, cuando le presentan pruebas abrumadoras en contra de lo que cree, se reafirma en sus opiniones. El motivo es que esos datos ponen en peligro su visión del mundo".(1)




La expresión de la cita es una certeza desde principio de los tiempos y las sociedades. Y es que solemos adulterar los hechos para que éstos encajen y se adapten a nuestras ideas.



 Pero en esta  época ciber-espacial del Nuevo Dios Todopoderoso, Nuestro Señor.Net*, lo tenemos más fácil para ese encaje y adaptación por la exageración y facilidad inmensa en el uso de internet.

Realmente cada usuario de Internet se convierte en un  periódico particular que distribuye informaciones en su mayoría falsas o en su caso intrascendente y trivial. De hecho, muchos con intereses espurios inventan su "periódico digital" en donde vierten sus prejuicios odios y fobias. Lo lamentable es que quien escribe ha constatado la gran facilidad con la que que una gran parte cree a esa "prensa" que inventa y/o manipula noticias, y no se preocupa de verificar en la prensa tradicional, la de siempre, aunque le tengamos también sus peros.

Tal y como han hecho todos los dioses que ha inventado el ser humano a lo largo de su existencia, éste, Nuestro Señor.Net, manipula a las personas para que siga creyendo lo que siempre ha creído, sea real o no. Por eso existen los llamados algoritmos. Esa operación matemática de toda la vida que, aplicada en la informática hoy, en internet va contando (numerando), clasificando y cualificando todo lo que te gusta y sueles ver o consultar. De ahí es que si has entrado varias veces en una página, por ejemplo acerca del universo, enseguida el sistema informático comenzará a  recomendarte decenas de páginas web o sitios con informaciones similares. Los llamados cockies que te obligan a pinchar también harán esa función.


En la República Dominicana contemporánea, como fruto de unos factores que existen desde la formación de este país, el prejuicio anti-haitiano ha conformado un racismo y una xenofobia que hoy ha copado a todos los estamentos de la sociedad dominicana sin excepción. Me quedo estupefacto observando la fuerza que ha tomado  ese racismo particularizado y su propaganda como para que haya salpicado o empapado totalmente hasta a los llamados revolucionarios y a amigos que por su trayectoria político-social nunca pensé llegarían a dejarse embaucar por esos criterios. Tristemente he visto  de algunos encuadrar en su muro de facebook frases como "No soy racista pero los haitianos a su país". 

Esto en parte se debe a la traición de los dirigentes del partido gobernante en este país que, aliándose con la derecha más cavernaria, facilitaron que ésta  aprovechara el espacio y el escaparate que le suministraron los gobiernos del Presidente Leonel Fernández para exhibir y azuzar el racismo y la xenofobia (exclusivamente sólo contra los haitianos) enmascarados de patriotismo, defensa de la patria y de los valores morales dominicanos. Luego esto lo llevaron como una aberración jurídica al Tribunal Constitucional que evacuó la sentencia fascista 168/13 el año 2013. 
  
Cuando sucedió este asesinato en España, la primera opinión nega-
tiva la tuve de una dominicana que decía que ésta no podìa ser
dominicana (parece que las dominicanas no matan), que era
haitiana. Luego en la Red obtuve esta propaganda de odio de las muchas
que te mandan e incitan a pasarla, cosa que no hay que hacer sin
constatar, aún si fuera haitiana.

Entonces...la Red está siendo importante en esto. No importa lo ridículo e inverosímil de los videos o fotos que se reproducen en el  whatsapp, facebook, tuiter, etc. acerca de las ratas y demonios haitianos, porque si estás predispuesto, creerás irracionalmente. Lo real o la verdad es lo de menos. 

Y he aquí cuando entran a jugar su papel los algoritmos del sistema ciber-espacial. Éstos garantizarán tus creencias o prejuicios  para que se hagan inamovibles e inflexibles. Te garantizarán "seguir en tus trece", pues como ya he expresado, mientras más consumes el tema, más te remitirán acerca del mismo en un círculo vicioso del que no estás dispuesto a salir. Consideramos que nada debe afectar mis convicciones personales y debo rechazar hechos aunque sean muy objetivos y evidentes si no se ajustan a esas convicciones. Es por esto que para la mayoría de la gente  "los hechos sirven cuando refuerzan nuestras creencias".   

Desde los años 60 del siglo pasado se ha estudiado lo que se ha dado en llamar el "sesgo de confirmación", es decir, la tendencia a buscar y sólo buscar selectivamente las informaciones que confirmen lo que el individuo cree, así reafirmará un exceso de confianza irracional en sus ideas.

La psicóloga social israelí Ziva Kunda  con su "teoría del razonamiento motivado", que desarrolló en los años 90 del siglo XX,   aportó elementos importante del comportamiento de los seres humano. Escribió que 

"nos cuesta cambiar de opinión, y cuando las pruebas nos contradicen, tendemos a ignorarla o a darles las vueltas. Las personas suelen llegar a las conclusiones a las que quieren llegar".

No es raro que esta época haya  sido llamada de la post-verdad, de las "fake news", de las noticias falsas. Lo peor de esto es la facilidad con que la gente le lleva la corriente, porque van jactándose de ser usuarios modernos, ilustrados que usan internet en todo, pero incapaces de distinguir lo real de lo falso ¿Qué determina ese "dejarse llevar" tan fácil para que  traguemos todo sin chistar?



Noam Chomsky** recientemente en una entrevista que le realizaron, expresó su punto de vista discutible  acerca de las causas de este fenómeno de las fake news. Como siempre muy político y radical, dijo que 



"La desilusión con las instituciones ha llevado a un punto donde la gente ya no cree en los hechos. Si no confías en nadie, por qué confiar en los hechos. Si nadie hace nada por mí, por qué he de creer en nadie".(2)


Por otro lado está la opinión de Umberto Eco que desde un prestigio en cierta manera elitista que parece quitar el derecho a que internet esté al alcance de todos, con irritadas palabras dice que: 


"Las redes sociales le dan derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Entonces eran rápidamente silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nóbel. Es la invasión de los idiotas".

Jean François Revel, otro filósofo y periodista contemporáneo, postuló en 1989, radical y tajante, lo que hoy es el pan nuestro de cada día: 

"La primera de las grandes fuerzas que mueven el mundo es la mentira".(4) 



Equipo de protección individual
Visto lo visto, de hoy en adelante a quienes compremos un teléfono móvil, tablet, ordenador portátil o de mesa, y gestionen un contrato para navegar en Internet, antes deberían  darnos un curso semejanza a los que son obligatorios para todos los trabajadores europeos. Me refiero al Curso de prevención y riesgos laborales, con sus correspondientes EPIS (equipo de protección individual) Es decir, con sus cascos, gafas, tapones auditivos, guantes y hasta mascarillas. De esa manera esos Epi's protegerían, respectivamente: para que nuestro cerebro no quede indefenso y sepa elegir y rechazar; nuestra vista protegida de tantos videos infames; nuestros oídos saturados  de tantas mentiras; nuestras manos para saber manipular bien las teclas y pinchar/elegir bien, y hasta nuestras narices para  taparnos de los efectos de tantos olores y gases putrefactos y partículas y sustancias tóxicas  que emanan de Nuestro Señor.Net.


Pero sólo estoy imaginando, parodiando, ironizando para poner en su justa medida el problema; lo mejor es retornar a lo solemne a las sabias opiniones de Umberto Eco que propugnaba por darle otras funciones al periodismo, ya que era consciente que el periódico de papel estaba desplazado por el digital por lo que propugnaba que éste a su vez  sirviera para:

"analizar y criticar lo que aparece en Internet (...) y a lo mejor incluso un chico o una chica jóvenes lo leerían para entender si lo que encuentra online es verdadero o falso. Un periodismo que me diga: Mira qué hay en Internet, mira qué cosas falsas se están diciendo, reacciona ante ello, yo te lo muestro".




Sí, reaccionar es la palabra. Todos estamos de acuerdo que la gente tiene en sus manos una inmensidad de informaciones, más de la que ha tenido en todos los siglos pasados. Sin embargo, por lo que hemos analizado aquí, y aunque parezca contradictorio, hay mucha ignorancia. Tanto conocimiento variado que se difunde rápido no ha propiciado, sin embargo, una humanidad más juiciosa, ilustrada, comprensiva y respetuosa. Lo contrario. Entonces sí tenemos información sin límite, descomunal; ignorancia colosal.






Sí, reaccionar. Constatar todo lo que nos llega por la Red, de amigos y desconocidos. Ir a otras fuentes. Distinguir los videos falsos, los montajes; dejar de ser adictos a los sucesos, a los chismes y peleas de barrio, a las malas noticias.




Sí, reaccionar, aunque sé que no es tan fácil como escribirlo aquí, Hay que comenzar a diseccionar la Red y hacer la crítica constante y sistemática a esta herramienta impresionante y útil, pero que también puede causar mucho daño al difundir odio, fobias, dolor, falsedades. Reaccionar...




"MIRA QUE HAY EN INTERNET, MIRA QUÉ COSAS FALSAS SE ESTÁN DICIENDO, REACCIONA ANTE ELLO..."




ANEXO. (Ver artículo del escritor valenciano Manuel Vicent "Escapatoria" en mi siguiente publicación con la etiqueta Escritos Invitados encabezado para los fines de mi blog como "Sin Escapatoria".)


____________________________________
* La denominación viene de un escrito de análisis de la Red titulado "El nuevo Dios. Nuetro Señor.Net". Ver en este mismo blog.

** Noam chomsky es un pensador y lingüista norteamericano de ideas anarquistas que ha mantenido un  compromiso social y crítico ante los males de la sociedad norteamericana y el capitalismo global.  Fue inicialmente más conocido en el ámbito lingüístico cuando a  principio de los 60 del siglo XX creó la gramática generativa transformacional. De ella vimos su implementación tardía en el sistema educativo dominicano en los años 80, implementación además superficial porque el maestro la desconocía y se quedó en el "jueguito" de los "sistemas de árbol".

1.- Michael Shermer, escritor e historiador californiano. Artículo "Dime lo que quiero oir...y creeré". Suplemento dominical IDEAS, diario El País, 28 enero 2018. Traducción del inglés de María Luisa Rodríguez Tapia.

(2) Suplemento cultural BABELIA, diario El País 10 de marzo 2018.

(3) Entrevista en El País Semanal. 30 de marzo de 2015.

(4) Con esta frase inicia su libro El conocimiento Inútil (La Connaissance Inutile) Editora Planeta, 1989. Página 7