3.2 De la Anexión y Restauración de la República en Adelante...
En 1865 República Dominicana obtiene por segunda ocasión la independencia política, esta vez de España; se instala la Segunda República. Los ciudadanos descendientes de judíos sefardíes siguen jugando un rol en el nuevo gobierno en arma y posteriormente.
La familia Curiel en la Anexión y Restauración dejan a cualquiera estupefactos por los vaivenes y oscilaciones que daban a sus actuaciones políticas. Comerciantes y profesionales de las leyes de origen curazaleño-sefarditas proveniente de un tronco venezolano de la ciudad de Puerto Cabello en el Estado de Carabobo, se establecieron en Santiago. Uno de ellos, Ricardo, durante la guerra contra España ya era secretario de Gregorio Luperón; pero es que antes, durante la dominación española en 1861, fue alcalde mayor, posteriormente se unió a la independencia y firmó el Acta de la misma en 1863 consiguiendo la Secretaría de Hacienda, para dar un giro de 180 grados cuando se unió a Buenaventura Báez y llegó a ser diputado en el gobierno dictatorial de "Lilís", Ulises Heureaux.
Escudo del municipio de Sosúa en la provincia de Puerto Plata con la estrella de David, símbolo identitario judío. |
Su hermano Julián Belisario Curiel no es menos inaudito en su accionar, aunque al final se reivindica. Estuvo en los aprestos de la separación de Haití que culminaron en 1844; participó en la Batalla del 30 de marzo; aceptó un cargo al General Pedro Santana e, igualmente durante la Anexión, otro del general español Buceta("ayudante de campo") dizque para defender la Fortaleza San Luis. Se dice que desde ese cargo orientó a las tropas para que se pusieran a favor de la Restauración, como si estuviese ahí como infiltrado, aspecto a investigar. Volverá al bando patriótico y en los gobiernos de la Restauración ocupó varios cargos como Ministro y Comisionado, respectivamente en los gobiernos de Pepillo Salcedo y Gaspar Polanco. Además Secretario particular del presidente "de facto" José María Cabral, y de Interior y Policía en el gobierno del triunvirato del que formaba parte Gregorio Luperón.
Y así va ocupando puestos públicos hasta que lucha contra Báez junto a Luperón, participando con este último en la famosa expedición del barco El Telégrafo. Cuando desembarca fue apresado y fusilado.
En el gobierno provisorio de Gregorio Luperón en 1879, éste encontró que fungía como Cónsul General uno de la estirpe sefardí de la familia Coen(Cohen). Resulta que además ejercía, como decía Luperón "encargo diplomático cerca del Gobierno haitiano". ¿Pero que resulta? Como consecuencia de una deuda que tenía el gobierno haitiano con el dominicano, el sueldo de Cherry Coen provenía del Tesoro haitiano de Port-au-Prince, como una especie de amortización a dicha deuda. Y para Gregorio Luperón esa situación un tanto "sui generis" impedía que "el representante del gobierno conservara entera y completa su independencia cerca del Gobierno haitiano (1), por lo que "al formar Luperón Gobierno Provisorio, prohibió que el señor Coen cobrase en el tesoro haitiano, y de Puerto Plata se le enviaba su sueldo". (2)
Escribe Luperón que "hizo cuanto pudo por despachar emigrantes a la República. Consiguió formar un grupo de capitalistas en París, que envió varios ingenieros para examinar los terrenos auríferos para explotarlos".(3) En su "Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos" antes citada(4) reparamos de los aprestos para traer inmigración de los israelitas perseguidos en Rusia que gestiona Luperón desde su residencia en París en sus labores diplomáticas durante en gobierno del padre Fernando A. Meriño en 1882. Para ello se entrevista con los reyes de Dinamarca; el periódico parisino "Archives Israelittes" daba cuenta que
En el gobierno provisorio de Gregorio Luperón en 1879, éste encontró que fungía como Cónsul General uno de la estirpe sefardí de la familia Coen(Cohen). Resulta que además ejercía, como decía Luperón "encargo diplomático cerca del Gobierno haitiano". ¿Pero que resulta? Como consecuencia de una deuda que tenía el gobierno haitiano con el dominicano, el sueldo de Cherry Coen provenía del Tesoro haitiano de Port-au-Prince, como una especie de amortización a dicha deuda. Y para Gregorio Luperón esa situación un tanto "sui generis" impedía que "el representante del gobierno conservara entera y completa su independencia cerca del Gobierno haitiano (1), por lo que "al formar Luperón Gobierno Provisorio, prohibió que el señor Coen cobrase en el tesoro haitiano, y de Puerto Plata se le enviaba su sueldo". (2)
Escribe Luperón que "hizo cuanto pudo por despachar emigrantes a la República. Consiguió formar un grupo de capitalistas en París, que envió varios ingenieros para examinar los terrenos auríferos para explotarlos".(3) En su "Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos" antes citada(4) reparamos de los aprestos para traer inmigración de los israelitas perseguidos en Rusia que gestiona Luperón desde su residencia en París en sus labores diplomáticas durante en gobierno del padre Fernando A. Meriño en 1882. Para ello se entrevista con los reyes de Dinamarca; el periódico parisino "Archives Israelittes" daba cuenta que
"El general Luperón, antiguo mandatario de la República y residente en París, ha llegado a Copenhague, donde ha sido recibido por S. M. el rey de Dinamarca". (5)
GREGORIO LUPERÓN |
"En 1868 Báez aceptaba el cargo presidencial; su revolución había triunfado en parte gracias a la ayuda económica de J Abraham Jesurun de Curazao" (8). Éste luego fue nombrado cónsul y General, y fue quien gestionó aquel famoso, triste y fatídico préstamo Hartmont, letal para la economía dominicana, que fue firmado por Ricardo Curiel en ese momento ministro de Hacienda . Se formalizó en 1869 y veinte años más tarde, en el régimen dictatorial de Ulises Heureaux-Lilís-, fue otro ascendiente judío-sefardita quien lograría que la deuda Hartmont fuera absorbida por una compañía holandesa (la Westendorp & Co.) y esto le llevo 3 años lograrlo.
Me refiero a Eugenio Generoso de Marchena, presente en muchas gestiones financieras. Logró crear el Banco Nacional de Santo Domingo con capital francés y estuvo en las gestiones embrionarias del Banco de Anticipos en el gobierno del honesto presidente Espaillat en 1876.
EUGENIO GENEROSO DE MARCHENA, PRESENTE EN TODOS LOS TEJEMANEJES FINANCIEROS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA A PARTIR DE LA RESTAURACIÓN. |
4
-CONCLUSIÓN-
El rastro de sefarditas y azquenazíes dominicanos..
Dos imágenes temporales de Pedro Henríquez Ureña
Aunque no ha sido tan profunda como la dejada por los descendientes libaneses y sirios, la huella de los judíos es significativa, porque al igual que los "árabes" dominicanos, los judíos se fundieron en el conglomerado del país, dando todos los tipos de personalidad posibles en un dominicano, desde las más positivas a las negativas y dañinas. Y ahí están sus huellas en la conformación del pueblo dominicano, como un mosaico más de la heterogeneidad que la situación geográfica de la isla de Santo Domingo propició, y de cuales mosaicos no podemos discriminar ninguno. Eso somos.
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"La singularidad de nuestra nación ha permitido que la estirpe judío-sefardí se haya mezclado con la nuestra, y hoy muchos de sus descendientes apenas se acuerdan que en épocas pretéritas algún progenitor de ellos era judío. Los apellidos más connotados son: Henríquez, Marchena, López-Penha, Coen, Pardo, De Lemos, Pereira (con “i”, ya que con “y” proviene de Las Canarias), Crasto (hoy es Castro), León, Leyba, DaCosta-Gómez, Senior, Curiel, Maduro, Naar, Jerusum y Pinto" ( En "Familias Judías en Santo Domingo" de Antonio J. Ignacio Guerra Sánchez, Instituto Dominicano de Geneología, en Cápsulas Geneológicas, Agosto 4,11 y 18 de 2007, Suplemento Areíto, periódico HOY, Santo Domingo, República Dominicana).
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* Rojos y Azules era como se denominaba a los seguidores de dos principales partidos organizados a partir de la Restauración de la República Dominicana. El partido Azul era el de los liberales y progresistas de Gregorio Luperón y el Rojo de los seguidores de Buenaventura Báez. Con el tiempo, la politiquería y el interés por las ventajas político-económicas, hizo irreconocibles a uno de otro, tal y como ya denunciaba, y advertía Luperón, lo que estaba sucediendo con infiltrados de los Rojos en su partido, lo cual pueden ver más abajo en los contenidos que originan las notas 10 y 11.
1) Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos. Gregorio Luperón. Tomo III. Segunda Edición. Editorial El Diario, Santiago, Rep. Dominicana, 1939, . Pag. 48.
2) Idem. pags 47/48.
3) Idem.Pag. 137.
4) Idem. Pags. 137/138.
5) Idem. Pag. 137.
6) Idem. Pag. 138.
7) y 8) El Pueblo Dominicano. 1850-1900.Apuntes para su Sociología Histórica. Harry Hoetink. Colección ESTUDIOS, Universidad Católica Madre y Maestra. Sto. Dgo. Rep. Dominicana. 1971. Pag. 51.
9) La Noción de Período en la Historia Dominicana. Pedro Mir. Volumen III. Archivo General de la Nación. Editora Búho. Santo Domingo. Rep. Domincana. pag. 707.
10) y 11) "Notas Autobiográficas..." Tomo III, pag. 183.
12) Un Sion Tropical. El General Trujillo, F. Roosevelt y los Judíos de Sosúa. 1ra. Edición en Español, traducción de Natalia Sanz González. Academia Dominicana de la Historia. Editora Búho, Sto. Dgo., Rep. Dominicana.2014. Pag. 409.
13) Idem. Pag. 404.
14) Idem. Pag. 409.
15) Idem. pag. 18.
16) Hoetink, Obra Citada, pag. 54.
El interés de los judíos por los Estados Unidos, y en cierta medida Francia, es la causa de la merma de su presencia en República Dominicana. Hay que recordar el atractivo y acogimiento que han tenido en EE.UU., en el que son y han sido un verdadero poder económico y mediático; por su lado, Francia, en Europa, es el primer país con la mayor presencia de este conglomerado humano.
LA PRIMERA ALCALDESA JUDÍA DE SOSÚA, SIGUE EN SUS FUNCIONES HOY EN DÍA. ENCUENTRO CON EL REPRESENTANTE DE LOS PESCADORES DEL MUNICIPIO. |
Para los judíos de origen alemán y austriaco (azquenazíes, los que acogió el dictador Trujillo), el acceso a revistas, libros, películas, cigarrillos, comida norteamericanos, era una motivación para aspirar a marcharse a esa nación. Escribe Allen Wells, citando las palabras de un refugiado de Sosúa en su obra citada anteriormente, que la radio estadounidense los mantenía al día de los episodios de la Segunda Guerra Mundial y la cultura norteamericana:
"Por una casualidad meteorológica, los programas de la red de las Fuerzas Armadas emitidos por las tropas estadounidense en el Pacífico se transmitían al Caribe, así que disfrutábamos de una recepción perfecta..." (12)
Recuerden que Wells era hijo de un colono que estuvo de 1940 a 1947 en Dominicana, pero que marchó a EE.UU. a partir del último año; luego se desplazaba con su progenitor a la República Dominicana en viajes esporádicos y nostálgicos, esto le puso en contacto con los judíos de Sosúa y le ayudó a preparar su obra.
La colonia judía en 1947 "ya presumía de una biblioteca con 1,500 libros, una colección de discos y suscripciones a periódicos y revistas de Estados Unidos y de la República Dominicana, una publicación quinquenal bilingüe (alemán-español)"(13), un boletín y La Voz de Sosúa (también en dos idiomas) y por supuesto la ya conocida industria ganadera. Pero esto no fue muro que detuviera el disgusto de otra parte que nunca estuvo a gusto ni se comprometió con la comunidad: "algunos ya habían llegado a la conclusión de que Sosúa nunca proporcionaría la seguridad económica que deseaban. Decidieron esperar(...) cuando la guerra hubiese acabado, y emigrar a Estados Unidos"(14)
LA ALCALDESA DE SOSÚA ILIANA, CON SU PADRE ABE NEWMAN, DE LOS PRIMEROS COLONOS JUDÍOS ALEMANES. |
Escribe Bernardo Vega, en la presentación de la obra de Allen Wells que "en 1978 sólo quedaban 23 familias y había más judíos en el cementerio local que vivos". (15)
Por el otro lado, está el caso de los judíos sefarditas. Aunque las inestabilidades política de final de siglo 19 y principio del 20, también propiciaron la marcha de muchos a Estados Unidos y otros destinos, una parte se quedaron después de la Segunda República (La Restauración). Sostiene Hoetink que "fueron absorbidos en la capa social más alta de la época, adoptando la mentalidad económica de aquéllos que preferían invertir sus riquezas en casas y terrenos, y que elegían para sus hijos varones la preparación académica tradicional(...) en vez de una carrera comercial. (16)
Se acercaron y priorizaron la cultura, la política, y paulatinamente se alejaron de los negocios, adoptando profesiones como médico, abogado, literatos...La asimilación marcada en la sociedad dominicana de una segunda generación, determinó la disminución de su actividad económica. De ahí esa intelectualidad excepcional que surgió.
Se acercaron y priorizaron la cultura, la política, y paulatinamente se alejaron de los negocios, adoptando profesiones como médico, abogado, literatos...La asimilación marcada en la sociedad dominicana de una segunda generación, determinó la disminución de su actividad económica. De ahí esa intelectualidad excepcional que surgió.
Dos imágenes temporales de Pedro Henríquez Ureña
Claudio Cohen, músico, cantautor y publicista
Aunque no ha sido tan profunda como la dejada por los descendientes libaneses y sirios, la huella de los judíos es significativa, porque al igual que los "árabes" dominicanos, los judíos se fundieron en el conglomerado del país, dando todos los tipos de personalidad posibles en un dominicano, desde las más positivas a las negativas y dañinas. Y ahí están sus huellas en la conformación del pueblo dominicano, como un mosaico más de la heterogeneidad que la situación geográfica de la isla de Santo Domingo propició, y de cuales mosaicos no podemos discriminar ninguno. Eso somos.
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"La singularidad de nuestra nación ha permitido que la estirpe judío-sefardí se haya mezclado con la nuestra, y hoy muchos de sus descendientes apenas se acuerdan que en épocas pretéritas algún progenitor de ellos era judío. Los apellidos más connotados son: Henríquez, Marchena, López-Penha, Coen, Pardo, De Lemos, Pereira (con “i”, ya que con “y” proviene de Las Canarias), Crasto (hoy es Castro), León, Leyba, DaCosta-Gómez, Senior, Curiel, Maduro, Naar, Jerusum y Pinto" ( En "Familias Judías en Santo Domingo" de Antonio J. Ignacio Guerra Sánchez, Instituto Dominicano de Geneología, en Cápsulas Geneológicas, Agosto 4,11 y 18 de 2007, Suplemento Areíto, periódico HOY, Santo Domingo, República Dominicana).
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* Rojos y Azules era como se denominaba a los seguidores de dos principales partidos organizados a partir de la Restauración de la República Dominicana. El partido Azul era el de los liberales y progresistas de Gregorio Luperón y el Rojo de los seguidores de Buenaventura Báez. Con el tiempo, la politiquería y el interés por las ventajas político-económicas, hizo irreconocibles a uno de otro, tal y como ya denunciaba, y advertía Luperón, lo que estaba sucediendo con infiltrados de los Rojos en su partido, lo cual pueden ver más abajo en los contenidos que originan las notas 10 y 11.
1) Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos. Gregorio Luperón. Tomo III. Segunda Edición. Editorial El Diario, Santiago, Rep. Dominicana, 1939, . Pag. 48.
2) Idem. pags 47/48.
3) Idem.Pag. 137.
4) Idem. Pags. 137/138.
5) Idem. Pag. 137.
6) Idem. Pag. 138.
7) y 8) El Pueblo Dominicano. 1850-1900.Apuntes para su Sociología Histórica. Harry Hoetink. Colección ESTUDIOS, Universidad Católica Madre y Maestra. Sto. Dgo. Rep. Dominicana. 1971. Pag. 51.
9) La Noción de Período en la Historia Dominicana. Pedro Mir. Volumen III. Archivo General de la Nación. Editora Búho. Santo Domingo. Rep. Domincana. pag. 707.
10) y 11) "Notas Autobiográficas..." Tomo III, pag. 183.
12) Un Sion Tropical. El General Trujillo, F. Roosevelt y los Judíos de Sosúa. 1ra. Edición en Español, traducción de Natalia Sanz González. Academia Dominicana de la Historia. Editora Búho, Sto. Dgo., Rep. Dominicana.2014. Pag. 409.
13) Idem. Pag. 404.
14) Idem. Pag. 409.
15) Idem. pag. 18.
16) Hoetink, Obra Citada, pag. 54.