(A propósito de la llamada "Semana Santa")
Me ando con mucho cuidado estos días por las calles de Madrid, esquivando, como un loco, procesiones por aquí y por allá.
Hasta procuro evitar las televisiones y otros medios de comunicación,que las replucan hasta el hastío y y no hay manera: sólo terroríficas congojas y sufrimientos por doquier.
Y voy esquivando a los que se auto-castigan CARGANDO MADEROS, AUTO-AZOTÁNDOSE CON LÁTIGOS Y FUSTAS, cargando pesos y hasta crucificándose.
A los que van ANDANDO DESCALZOS EN CALLES DE ASFALTO O ADOQUINES CALIENTES por el sol, DESFILANDO ENCAPUCHADOS COMO VERDUGOS O EL KLU-KLU-KLAN; ARRASTRANDO CADENAS ATADAS A LOS PIES. Marchando arrodillados;
A los que van CARGANDO PESADOS ALTARES DE ESTATUAS DE ÍDOLOS SANGRIENTOS POR TODO EL CUERPO, O ESCULTURAS LLORANDO LÁGRIMAS A MÁS NO PODER, O PEOR, LLORANDO SANGRE..
Viendo LLORAR a ciudadanos ante miles de las esculturas que idolatran en pueblos y ciudades cada vez que ven sacarlas de sus templos. Muchas que parecen muñecos por su pésima calidad artística. ¡Y luego dicen que el politeísmo ha sido superado!
En fin, penitentes desfilando como almas en pena. La Apoteosis del Sufrimiento. Debo confesar, ¡je!, que cual película de terror, me da mucho miedo... esta Semana San. ..San...Sangrienta.
O...¿Es que no tenemos ya bastante con los sufrimientos, explotaciones, precariedades y "putadas" que nos imponen las clases gobernantes o nuestros jefes en el trabajo, como para que nosotros mismos nos castiguemos innecesariamente?