Yo creo(...) que un partido de principios no puede pactar sino con otro partido de principios, y que solo excepcionalmente podría pactar con una facción personalista".
Juan Bosch estuvo convencido toda su vida, coincidentemente, con en el contenido de la cita anterior escrita por Américo Lugo en el periódico Patria. José Francisco Peña Gómez ofreció su apoyo a la candidatura de Bosch y éste la rechazó porque consideraba que debía ganar las elecciones solo, de esta manera no tendría condicionantes. Entonces corrijamos esto ahora, extirpemos de su historia esa ignominia del "Frente Patriótico" . Sería manchar toda una vida adherir como su autoría ese pacto. Si no aceptó el ofrecimiento de su antiguo discípulo mucho menos iba a hacerlo con Joaquín Balaguer.
Juan Pablo Duarte Padre de la Patria de República Dominicana |
(Debo aclarar que no hay que oponerse por oponerse a los pactos. Siempre hay que buscarlos ahí en temas puntuales de interés nacional, pero ganando las elecciones por separado para luego darle cabida a quien desee contribuir al país y esté capacitado, pero sometido a las líneas maestras del programa de gobierno del partido ganador; no como hicieron en 1996, una especie de contrato para repartir cargos y darles poder y relevancia a algunos partiditos que no los obtendrían ni en 500 años: todavía no alcanzan el uno por ciento de los votos).
Y esto nos lo aclara mejor Mildred Guzmán (Secretaria personal de toda la vida del Profesor) en su libro "El Bosch que yo conocí". Relata que Juan Bosch sabía que su padre había perdido la memoria; que era consciente que también sufriría la enfermedad porque ya se le mostraban algunos indicios; que no quería que acrecentado el mal en su etapa crítica se le expusiera al ridículo en público; esto último lo decía porque también era consciente de ser una figura eminente y de prestigio, por lo que era ideal para ser utilizada y avalar acontecimientos que no tuviesen su visto bueno. Pero...¡Oh, que terrible! Justo lo que temía fue a lo que le expusieron en 1996 en aquel acto de traición, dándose la mano con Balaguer (Leonel Fernández en medio), como símbolo de un pacto supuestamente prohijado por él. Creo, y así lo creerán muchos peledeistas, que conociendo a Juan Bosch todos sabemos que en buen estado de salud ese pacto no hubiese sido posible. Dicen que le engañaron informando que iba a un cumpleaños o quizá su estado en aquel momento no conllevase ninguna motivación engañosa, simplemente hacerlo presente.
Eliminar el clientelismo, el patrimonialismo, sus vertientes amiguismo-nepotismo, y el autoritarismo, base sobre la que se fundó el Estado dominicano, fue el objetivo claro del fundador del PLD. Hasta 1996 PRD y PRSC habían sido (y siguen siendo) el paradigma de esas prácticas política. Pero la unión de los tres ha elevado esos males a una potencia tan colosal y escandalosa que se desconoce el exponente. Pero también hay que sumar a una izquierda hoy derechizada que también ha costado lo suyo al Estado dominicano. Le han creado en exclusiva organismos estatales que han hinchado el presupuesto nacional. Y es que, como diría Diógenes Céspedes no hay nada más costoso al Estado, y nada más derechista, que un izquierdista arrepentido.
Gregorio Luperón |
Como vimos en la primera parte de este escrito, en el siglo XIX obtener un generalato era la forma más fácil que, para ascender socialmente, tenían las clases económicamente débiles. Luego por esa vía tocaban los presupuestos de la Nación. Actualmente esa forma difiere sólo en que el Estado hoy tiene infinitas opciones, desde los ayuntamientos y síndicos más insignificante, siguiendo por senadores y diputados con múltiples y vergonzosos privilegios, los cuerpos armados, los Ministerios y Direcciones Generales infectados de "botellas", hasta la división territorial para crear más municipios y provincias; la abultada e injustificada nómina del servicio diplomático con más vicecónsules, consejero y auxiliares que países que son potencias en los renglones de economía, población y territorio; o los repartos indecentes del llamado "barrilito", los millones que desembolsan para "habichuelas con dulce" o las cajitas para el día de las madres,...¡y paro de contar!...Porque parecen decir como el protagonista de la obra teatral "Los intereses creados" de Jacinto Benavente: "Creedlo. Para salir adelante con todo, mejor que crear afectos es crear intereses..."
Y, siguiendo con la caracterización que hace Diógenes Céspedes acerca de la pequeña burguesía, ya incrustados en el Estado legislan para blindarse de sus actos corruptos, defender sus intereses y reproducirlos. Se hacen millonarios, y esa acumulación originaria de capitales no saben usarla para la inversión industrial, ni para convertirse ellos en burgueses, por tanto transformarse y transformar la sociedad, invirtiendo en industrias, finanzas, turismo, la construcción, bienes raíces. No. Únicamente saben desperdiciarlos en lujos, vanidades; en aparentar y presumir de su nuevo estatus. Igual actitud la trasladan a la cosa pública para hacernos creer que somos un país moderno construyendo un suburbano(Metro) sin resolver el problema del suministro eléctrico o el capricho y sueño pequeño-burgués de hacer de Santo Domingo el "New York chiquito". De nada le ha servido leer tanta sociología, historia y marxismo. Nada más saben reproducirse políticamente promoviendo las dádivas y el amiguismo a través de fundar organizaciones improductivas para aspirar eternamente a la política. FUNGLOBE es un ejemplo de ese proceder.
No se puede negar que nuestra sociedad dominicana ha ido evolucionando y obteniendo avances macro y microeconómicos y en la base de la sociedad, aunque a ritmo de trompicones. Pero el tema del clientelismo, patrimonialismo es, quizá, lo que no se le perdone al PLD luego de pregonarlo tanto y tener ejemplos en la práctica de Juan Bosch.
En la segunda mitad de 1980 Juan Bosch tenia 76 años. Para esa fecha yo conversaba con unos buenos amigos del PLD que aunque estábamos en diferente partido y había mucho sectarismo e intolerancia, siempre evitamos las intransigencias, conservando la amistad. Formaban parte de una generación que aún estuvo bajo el régimen interno de estudios en su partido. Algunos expresaban con pasión sincera que si pudiesen darles años de su juventud al profesor se la darían para que éste se mantuviese más años aportando a su obra partidaria. Entre esos jóvenes estaban Gedeón Santos y Domingo Hernández, con quienes coincidía en el día a día de las constantes luchas barriales de la Zona Oeste del Distrito Nacional (hoy Santo Domingo Oeste). Pero si hacemos un ejercicio de ciencia-ficción y sometemos al "túnel del tiempo" los deseos de esos antiguos compañeros de lucha, veríamos casi con plena certeza que todo ese montaje para la segunda vuelta de las elecciones de 1996 nunca se hubiese dado; la traición en la que los discípulos sumergieron-embaucando- al maestro, ni pensarla; de "frente patriótico", nada; ni de clientelismo, patrimonialismo ni corrupción, o al menos una voluntad para eliminar estas lacras consustanciales al Estado dominicano, que es la única cultura política que conoce, practica y tiene fuertemente enraizada el pueblo dominicano.
Ese enraizamiento es lo que determina que cuando Gedeón Santos, actual Presidente de INDOTEL, retira de esa institución a un hermano como un gesto contra ese patrimonialismo en su variante del nepotismo, la gente de rasgue las vestiduras y llenen a Twitter y Facebook con protestas y muestras de dolor por esta "injusticia". Teniendo en cuenta que la mayoría de políticos consideran que lo primero es ayudar a su familia y amigos, buscarles puesto de trabajo, resolver sus problemas antes que resolver los problemas del país, el gesto de Gedeón Santos es esperanzador, ojalá no sea algo pasajero, anecdótico, y forme parte de una convicción, de un cuerpo ideológico. De ser de esta última forma Gedeón Santos sería una esperanza para dirigir al PLD por los principios dejados por Juan Bosch; pero todo está por ver hasta dónde sería capaz de llegar.
Cuando Leonel Fernández teoriza sobre el liderazgo con su anécdota acerca de los sobrecitos, eso que dice denota conocimiento de la mentalidad y modo de hacer política del pueblo dominicano. Todos estamos conscientes de eso. Pero al decirlo como lo dijo, Leonel se sitúa como la antítesis más radical de Juan Bosch, porque mientras el fundador del PLD trabajó para eliminarlos, el segundo actúa con cinismo, dando a entender que no se puede hacer nada, que hay que aceptarlo sin más, por tanto seguir utilizando ese quehacer como norte de la actividad política.También ha dicho que el PLD se convertiría en una fábrica de presidentes, diputados, síndicos, senadores, ministros... pero...¿con qué base y sustrato ideológicos y políticos? En el PLD ya no se estudia. Los círculos de estudios(Q.E.P.D) ya no existen. Ahora existen los "inscritos" en el partido tan fácil como empadronarse. Es la masa ocupando el partido, no como consideraba su mentor y guía, que el partido(sus cuadros, militantes y simpatizantes...) fueran a la masa, al pueblo y que no se debía abandonar ese propósito "porque de abandonarlo lo hará al costo del desprecio de las generaciones venideras".
La tajante expresión del ex-presidente Leonel Fernández es un incentivo para desatar aún mas las incontrolables ambiciones de la militancia pequeñoburguesa. El Congreso Norge Botello fue una muestra de ello. Fuimos asombrados testigos de una epidemia de candidatos al Comité Central, que a la vez que es un ejercicio de democracia, además denota que ya nadie quiere fortalecer al partido en círculos de estudios, comités de militante e Intermedios, sino cerca de donde es más probable ser postulado a diputado, senador, funcionario, Secretario de Estado, Ministro...
Se ha consumado, pues, el alejamiento del partido delineado por Bosch. El proyecto de Juan Bosch fracasó en 1996 cuando la posibilidad de obtener el gobierno desataron todas las ambiciones de la pequeña burguesía. Lo demás ya se conoce: actos de corrupción y rapiña del dinero público. "Servir al partido para servir al pueblo" se ha desfigurado en servirse de los patrimonios estatales que es servirse del pueblo, de los contribuyentes. Hacia el interior partidista ya asoman los procederes de los partidos tradicionales que van desde las quejas por fraudes en las elecciones internas, mutuas acusaciones como "me venció el Estado", la "perredeización", hasta las tendencias de grupos "danilista" y "leonelista" que, empero, no son corrientes ideológicas.
En consecuencia considero que el PLD navega hacia tres disyuntivas: La primera, que desde la dirección se propicie un rompimiento con la oligarquía, derecha recalcitrante. Esto provocaría para bien una vuelta a la oposición al carecer de los votos de reformistas y sectores inconsecuentes y/o vendidos del PRD. (Además esas fuerzas tarde o temprano se reagruparán para sí). Sería lo más conveniente para conducirlos de nuevo a los principios y la ética política, pero es lo menos probable.
La segunda, que los grupos autodenominados "leonelistas" y "danilistas" u otros aspirantes se concilien tácticamente y se alternen en el gobierno cada cuatro años; por tanto esto sería continuar la actual deriva, gobernando con, y dándoles cobertura a, la derecha. Esto es lo más probable porque dada la preeminencia y poder de la derecha en todos los estamentos del poder judicial, romper con ella y apartarla del poder acarrearía su implacable revancha, y solamente así irían a juicios desde Leonel , Rúa, Bautista, y demás implicados en corrupción. Así pagarán esos aliados de hoy, cuando mañana no lo sean. Recuerden lo que hicieron con Salvador Jorge Blanco, pero nunca sometieron a Balaguer ni a ninguno de sus funcionarios, con iguales o más casos de saqueo del erario público. Por esto, que crearía un gran cisma y sima que van a evitar, repito, esta segunda es la opción más probable.
Y la tercera que surja un liderazgo nuevo, fuerte y carismático que construya el partido de Bosch apegado a los tiempos que vivimos , o se divida realmente. Para que surja ese liderazgo nuevo tendría que emerger un dirigente con la misma fuerza y carisma que Bosch, o al menos parecido; pero éste no se vislumbra en el horizonte morado. El daño está hecho. Ha sido una oportunidad perdida. Nos queda como un sabor amargo de un partido del que se tenía esperanza y decepcionó al haber fortalecido intensamente la incultura política del pueblo dominicano en vez de disminuirla. Esto me hace (y nos hace) mantener la incredulidad con la política y los políticos. Nos hace preguntarnos si los hombres honestos sólo tendrán la función de ser referentes para honrarles en los aniversarios con discursos huecos mientras se hace lo contrario de sus enseñanzas. Si también para Juan Bosch fue inútil su esfuerzo por educar y desarrollar al pueblo dominicano, como lo fue para Duarte en relación a algunos Trinitarios; para Luperón en relación a su discípulo Ulises Heureaux; para Américo Lugo con los miembros del Partido Nacionalista.
Muchos integrantes del Partido de la Liberación Dominicana piensan que su organización no es el partido de Bosch. Evidentemente Juan Bosch ya lo percibió en 1990 cuando renunció y denunció a una camarilla, "una corriente oportunista que sólo está interesada en escalar cargos públicos y obtener dinero". Lógicamente supo entonces que ya no era el partido que erigió. No lo puedo afirmar como algo definitivo pero el actual está al borde de no tener solución ni oportunidad de regenerarse. Aunque la edad y la enfermedad no posibilitaron un nuevo partido, en la amplia producción teórica de don Juan Bosch está vivo su tercer partido.
(In memoriam)