4.2.- Ideología, Antillanismo y Anti-imperialismo
a) Ideologías: Socialismo y Cristianismo
¿A quienes se refería Gregorio Luperón(GL) cuando insinúa la existencia de socialistas dominicanos y, a su vez, rechaza sus ideas? ¿Qué personas en esa época habrían externado ideas de ese tipo; aún más, hablar de revueltas y revolución socialista? Es un asunto a investigar. Actualmente está estudiado y datado que las primeras difusiones de esas ideas en República Dominicana las hizo el intelectual José Ramón López en 1912 en dos artículos publicados en el periódico dominicano Listín Diario: "Socialismo" y "Política Socialista" y luego, como mayor difusor, Adalberto Chapuseaux en sus libros "¿El Porqué del Bolschevikismo?" en 1925 y "Revolución y Evolución" de 1929.
Es de suponer que sus viajes a Francia, la información de los acontecimientos suscitados en en la capital europea, y haber sido la Comuna de París un hecho contemporáneo a su vida política (1871) le habían creado una idea propia de lo que significó, y tanto así como para llegar a comparar a los socialistas de Santo Domingo con las características de aquel hecho.
Así que en una carta a José Desiderio Valverde sigue caracterizando a quienes al parecer han externado ideas anarquistas o socialistas:
¿Qué colectividad o liga difundía en publicaciones que Luperón llamaba "la prensa impolítica de los anarquistas de Puerto Plata" una nueva doctrina?
Luperón es fruto de su tiempo. No podemos desde nuestra época acomodar nuestras convicciones a los próceres que admiramos, cosa que se suele hacer; de ahí que los héroes del pasado los queremos revestir con nuestras ideas, las cuales ellos nunca podrían compartir, y hacerlos más revolucionarios que el liberalismo que sustentaron.
Partiendo de estas premisas y constatando que GL no escatima epítetos para estos hombres que difunden ideas nuevas: ("anarquía, es su elemento","delirante fantasía", "su arma es la calumnia", "doctrinas desmoralizadoras") habría que tildarlo de reaccionario. Pero no. El liberalismo sustentado por Luperón era lo más progresista de la época y permitió a muchos de los países Europeos afianzar el progreso y sus democracias.
El término socialista lo utiliza GL un tanto confuso o interesado según le convenía a la situación o acomodado a sus ideas religiosas. En su obra ya citada caracteriza a la República Dominicana así:
Pero en otra ocasión, cuando un grupo de ciudadanos de Puerto Plata desde los periódicos La Libertad y El Propagandista lo criticaban, y a su vez a la Compañía de Crédito de la que él era accionista, socialista ya era otra cosa, pero negativa, y así responde en enero de 1885 a través del periódico El Porvenir:
Empero nos sorprende de nuevo con otra opinión diferente:
Como ven, deja traslucir que esa gente no tiene más que una equivocación, en el fondo tienen buenas intenciones.
En fin, tres opiniones sobre una sola realidad y concepto de un sujeto en diferentes estados de ánimo y circunstancias. Primero, con un idealizado e inverosímil socialismo en la sociedad dominicana; segundo, casi como una maldición y, por último, tratando de comprenderlo porque no le desposee de cierta sinceridad aunque ilusa.
A todo lo largo de este ensayo hemos visto como la preocupación de las mentes más avanzadas de esa época era obtener una estabilidad institucional, la paz, eliminar las llamadas "revoluciones" que no eran tales sino las ambiciones de los caciques que se derrocaban unos a otros en tramos cortos, y no dejaban a un gobierno cumplir sus periodo estipulado. Y era esto lo que más abominaban.
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Entonces qué actitud podemos esperar de Luperón para con una doctrina que predicaba "la guerra social" en un contexto que semejaba esa guerra y del que estaba hastiado. Además es improbable que nuestro personaje conociese en profundidad las ideas marxistas, y añado que la sociedad dominicana no estaba preparada para ser receptoras de tales ideas.
Por eso la carta referida confirma lo que, en contraposición, necesita la República:
Así de sencillo. Y por eso que ha confesado Luperón no podemos disminuir nuestras simpatías, u ocultar este texto luperoniano para auto-engañarnos y seguir creyendo que el prócer piensa como nosotros pensamos hoy.
b) Antillanismo y Anti-imperialismo
La elección de Eugenio María de Hostos para dirigir la filosofía educativa en la República Dominicana también simboliza un mismo pensamiento solidario con Puerto Rico y Cuba ya que se incubaba la idea del antillanismo que Betances y Hostos promovían y que propugnaba por una federación de esos países con República Dominicana, ideas para las cuales ganaron a Luperón.*
Pero también una cosa implicaba otra: el antillanismo implicaba anti-colonialismo y la solidaria unión defensiva de Las Antillas. España no cejó en conspirar contra Dominicana pues su independencia daba mal ejemplo a las otras dos naciones antillanas en las que se mantenía el colonialismo y la esclavitud, y por de pronto Luperón apoyaba y contribuía con los patriotas de las otras Antillas, tanto así que protegió y recibió personalmente en Puerto Plata y contra la persecución del gobierno de España a Maceo y Betances.
La gobernación española en el Caribe reclamaba la extradición del cubano Antonio Maceo, primero queriendo engatuzar a GL ofreciéndole la Gran Cruz de Carlos III y la entrega de sus enemigos políticos, tales como Báez, Cesareo Guillermo, González, etc., residentes en ese momento en Puerto Rico; luego pasan a las amenazas, enviando una comisión a conversar con dos vapores de guerra. Luperón respondía a España
"El socialismo dominicano se parece un poco a la Comuna de París: que mientras los alemanes ocupaban una gran parte de Francia, humillando la nación(...) aquellos tuvieron valor y fuerza suficientes para asesinar a los defensores de aquella patria oprimida..." (1)
¿A quienes se refería Gregorio Luperón(GL) cuando insinúa la existencia de socialistas dominicanos y, a su vez, rechaza sus ideas? ¿Qué personas en esa época habrían externado ideas de ese tipo; aún más, hablar de revueltas y revolución socialista? Es un asunto a investigar. Actualmente está estudiado y datado que las primeras difusiones de esas ideas en República Dominicana las hizo el intelectual José Ramón López en 1912 en dos artículos publicados en el periódico dominicano Listín Diario: "Socialismo" y "Política Socialista" y luego, como mayor difusor, Adalberto Chapuseaux en sus libros "¿El Porqué del Bolschevikismo?" en 1925 y "Revolución y Evolución" de 1929.
Barricada en la ciudad de París tomada por socialistas anarquistas en 1871 |
Es de suponer que sus viajes a Francia, la información de los acontecimientos suscitados en en la capital europea, y haber sido la Comuna de París un hecho contemporáneo a su vida política (1871) le habían creado una idea propia de lo que significó, y tanto así como para llegar a comparar a los socialistas de Santo Domingo con las características de aquel hecho.
Así que en una carta a José Desiderio Valverde sigue caracterizando a quienes al parecer han externado ideas anarquistas o socialistas:
"Pero hoy, los socialistas y visionarios pululan por toda la República, predicando en sus hojas doctrinas desmoralizadoras y la guerra social, que es la mayor calamidad de los pueblos".(subrayado mío, jprt) (2)
¿Qué colectividad o liga difundía en publicaciones que Luperón llamaba "la prensa impolítica de los anarquistas de Puerto Plata" una nueva doctrina?
Luperón es fruto de su tiempo. No podemos desde nuestra época acomodar nuestras convicciones a los próceres que admiramos, cosa que se suele hacer; de ahí que los héroes del pasado los queremos revestir con nuestras ideas, las cuales ellos nunca podrían compartir, y hacerlos más revolucionarios que el liberalismo que sustentaron.
Partiendo de estas premisas y constatando que GL no escatima epítetos para estos hombres que difunden ideas nuevas: ("anarquía, es su elemento","delirante fantasía", "su arma es la calumnia", "doctrinas desmoralizadoras") habría que tildarlo de reaccionario. Pero no. El liberalismo sustentado por Luperón era lo más progresista de la época y permitió a muchos de los países Europeos afianzar el progreso y sus democracias.
El término socialista lo utiliza GL un tanto confuso o interesado según le convenía a la situación o acomodado a sus ideas religiosas. En su obra ya citada caracteriza a la República Dominicana así:
"Tal como la hicieron sus fundadores, es despótica y opresora, tal como la ha hecho la Providencia, es socialista, a tal extremo que cincuenta años de suplicios no han bastado para destruir la igualdad social" (3)
Pero en otra ocasión, cuando un grupo de ciudadanos de Puerto Plata desde los periódicos La Libertad y El Propagandista lo criticaban, y a su vez a la Compañía de Crédito de la que él era accionista, socialista ya era otra cosa, pero negativa, y así responde en enero de 1885 a través del periódico El Porvenir:
"Así como hemos luchado contra los invasores de la patria(...) así estoy dispuesto a luchar contra el socialismo, el comunismo, la demagogia y su anarquía, que es mil veces más funesta y más perniciosa que todos los tiranos". (4)
Empero nos sorprende de nuevo con otra opinión diferente:
"Porque creen de muy buena fé(sic) salvar la patria amenazada con sus discursos y con su fecunda y delirante fantasía".(5)
Como ven, deja traslucir que esa gente no tiene más que una equivocación, en el fondo tienen buenas intenciones.
En fin, tres opiniones sobre una sola realidad y concepto de un sujeto en diferentes estados de ánimo y circunstancias. Primero, con un idealizado e inverosímil socialismo en la sociedad dominicana; segundo, casi como una maldición y, por último, tratando de comprenderlo porque no le desposee de cierta sinceridad aunque ilusa.
Entonces puedo imaginar lo que el lector puede pensar en este momento: ¿Por qué Gregorio Luperón Castellanos arremete de esa manera contra esos socialistas en ciernes de la República Dominicana de 1885? Y la respuesta, según mi interpretación, la voy a dar ipso facto:
A todo lo largo de este ensayo hemos visto como la preocupación de las mentes más avanzadas de esa época era obtener una estabilidad institucional, la paz, eliminar las llamadas "revoluciones" que no eran tales sino las ambiciones de los caciques que se derrocaban unos a otros en tramos cortos, y no dejaban a un gobierno cumplir sus periodo estipulado. Y era esto lo que más abominaban.
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Entonces qué actitud podemos esperar de Luperón para con una doctrina que predicaba "la guerra social" en un contexto que semejaba esa guerra y del que estaba hastiado. Además es improbable que nuestro personaje conociese en profundidad las ideas marxistas, y añado que la sociedad dominicana no estaba preparada para ser receptoras de tales ideas.
Por eso la carta referida confirma lo que, en contraposición, necesita la República:
"organización positiva, trabajo, industrias, paz y saberse crear medios propios para darnos la fuerza y civilización necesarias para mantener nuestra independencia nacional". (6)
Así de sencillo. Y por eso que ha confesado Luperón no podemos disminuir nuestras simpatías, u ocultar este texto luperoniano para auto-engañarnos y seguir creyendo que el prócer piensa como nosotros pensamos hoy.
b) Antillanismo y Anti-imperialismo
DR. BETANCES |
Pero también una cosa implicaba otra: el antillanismo implicaba anti-colonialismo y la solidaria unión defensiva de Las Antillas. España no cejó en conspirar contra Dominicana pues su independencia daba mal ejemplo a las otras dos naciones antillanas en las que se mantenía el colonialismo y la esclavitud, y por de pronto Luperón apoyaba y contribuía con los patriotas de las otras Antillas, tanto así que protegió y recibió personalmente en Puerto Plata y contra la persecución del gobierno de España a Maceo y Betances.
MACEO |
"Reclamaba la entrega de Maceo como criminal, sin copia de proceso, cuando Maceo era político, lo que ponía a cubierto toda reclamación". (7)y acerca de la entrega de sus adversarios políticos por un trueque por Maceo, tajante decía que antes
"abriría la puerta a ellos sin jamás cometer la inicua violación del derecho de asilo que tienen los refugiados políticos en República Dominicana".(8)
Hay que acotar que resulta curioso que un país de tanta turbulencia, pasos adelante-pasos atrás, esté procurando comportamientos y leyes liberales y sea España la que lo quiera mantener en el ostracismo retrógrado, de ahí que no sean extrañas estas palabras de Luperón dirigidas a la madre patria tildándola, además, como "decrepita":
"Qué porvenir espera el Gobierno Dominicano para la República con la paz de España?(...) La paz con España en nuestra patria se llama Segovia**, su matrícula española en 1856; se llama 18 de marzo 1861***, con Santana. ¿Quién puede esperar otra cosa de la paz con España? Si alguien hay que espera algo mejor, yo lo juro, es un tonto".(9)
La anexión a España, la posterior guerra contra ésta y las actitudes adoptadas contra la República Dominicana por el decadente imperio español, evidenciaban quien era el enemigo de la independencia del país en ese momento
"a España no le conviene que nuestra Patria progrese, si no que se atrase por medio de las mas crueles revueltas, y por eso paga bien a los catalanes****, desacredita a la república y sus gobernantes".(10)
Después del ciclo español, comenzaba el tiempo de la la penetración del poder norteamericano. En 1883 Estados Unidos ya realiza fuertes inversiones en las Islas Filipinas y Cuba. En esta última compra una gran explotación de caña de azúcar. Se inicia la decadencia del poder hegemónico de la potencias europeas en Latinoamerica. En República Domincana vuelve el reiterado asunto de la apropiación de la Bahía de Samaná y los intentos por anexar toda la nación como pretendió Báez.
Fue en los gobiernos del dictador Ulises Hereaux cuando se da vía libre al poder del capital norteamericano.
Fue en los gobiernos del dictador Ulises Hereaux cuando se da vía libre al poder del capital norteamericano.
El USS Maine |
"He luchado contra la dominación española y la tiranía de Báez, sin haber aceptado la primera ni la segunda, como jamás aceptaré ningún tirano y a ninguna dominación extranjera. (11)
Y muchas veces se iba a los extremos: para GL "entre yankees y dominicanos no hay asimilación posible", que salvo la suya, los norteamericanos eran enemigos de todas las razas, a las que querían exterminar. Si lograban penetrar en el país
"los yankees harían de los dominicanos y de los haitianos lo mismo que hicieron y están haciendo con los indios en su territorio"(12)
Así que
"De semejante pueblo, sin más ejecutoria moral que el dollar y sin más conciencia que la del atragantamiento, ninguno puede esperar justicia ni tener confianza y seguridad en el porvenir". (13)
Cuando el ejercito inglés comienza una ofensiva contra Egipto para consolidar su dominio en esa nación, enterado GL del acontecimiento es una oportunidad de insistir contra toda intervención extranjera. Como es habitual escribe al director del periódico El Porvenir el 15 de julio de 1882:
"Desde el 11 de este mes la flota inglesa ha abierto batería y descarga sus mortíferos fuegos sobre la ciudad de Alejandría, en Egipto. Este lamentable suceso me ha conmovido profundamente. Es que para mí es un tormento terrible saber que todavía hay pueblos en pleno siglo XIX, que como la poderosa Inglaterra, abusan tan bárbaramente de sus fuerzas contra los pueblo pequeños y débiles". (14)
Dibujo del bombardeo de Alejandría por el ejército colonialista inglés en 1882. |
Y he aquí que GL cae en cuenta que la industria del armamento ha entrado en otra etapa al constatar los que posee Inglaterra. "No tenemos ni remotamente idea de lo terrible que son los nuevos armamentos, ni de su alcances, rapidez y precisión de sus proyectiles"
Esta reflexión, como no, le sirve para volver al asunto del mantenimiento de la independencia de la nación que si
"no se arma con nuevos armamentos, estará siempre a merced de la primera nación salteadora de pueblos que quiera adueñarse de nuestra patria" (15)
así, casi en forma de chanza, nos hace contrastar los pertrechos militares de la República con aquellos ingleses:
"nada de trabucos y viejos cañones, ni de fusiles de piedra de chispa. Ya la bayoneta y el sable de cabo dominicano son instrumentos innecesarios"(16)
Luperón se mantuvo siempre combatiendo la intervención extranjera, pero propugnaba siempre por la participación equitativa y legítima de las potencias en los negocios y la economía para beneficio soberano del país:
"que Estados Unidos pueda disfrutar, como los demás, de las ventajas que ofrece al mundo civilizado el país, sin pensar jamás en adueñarse de ningún punto en él".(17)
Pero no sería así. El nuevo imperio venía como todo lo nuevo, arrollador. En 1889 al fin se había creado el primer banco nacional en el régimen de Ulises Heureaux. Y tal como sucedió con el préstamo que hizo Buenaventura Báez a la empresa Hartmont en 1869, fue una estafa colosal. Ahora la empresa de capital norteamericana, Santo Domingo Improvement Co., a la manera de los buitres financieros de hoy se hizo con toda la deuda exterior dominicana. El poder de Estados Unidos penetrando ya por un punto neurálgico, la economía, adiós lo que propugnaba Gregorio Luperón: "participación equitativa", "legítima" de las potencias "en los negocios" y la "economía", sin pensar jamás en adueñarse de ningún punto en él".
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* Es sintomático de un error o una intencionalidad imperdonable que en MQ (Memorias de Quisqueya), revista educativa del Archivo General de la Nación(AGN), se escriban cosas para presentar a Gregorio Luperón como Padre del Antillanismo cuando él mismo admite que fue seducido en esas ideas por Hostos y Betances. Y es grave que su directora entonces, Reina C. Rosario Fernández, sea la autora del artículo que expone: "Su idea de la Confederación Antillana fue asumida por líderes antillanos de la talla de Emeterio Betances, Eugenio María de Hostos, José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez...", y que sean, además, del consejo editorial y colaborador, respectivamente, Roberto Cassá y Fran Moya Pons dejando pasar esa falsedad. Ver número de julio/septiembre 2010.
**La matrícula de Segovia fue una disposición del cónsul Antonio María Segovia que facilitaba la nacionalidad española a todo aquel que la solicitara o se inscribiera en el consulado español. Fue una medida adoptada en el marco de las disputas entre potencias colonialistas.
*** Esta fue la fecha de la firma de la Anexión de la República Dominicana a España.
****Seguramente Gregorio Luperón se está refiriendo a los comerciantes catalanes de los que había bastantes establecidos sobre todo en la región del Cibao. Poseedores de medios de producción, capital y por tanto poder, poseían capacidad para boicotear la economía del país si así lo dispusiesen, para perjudicar al gobierno restaurador.
(1) Escritos de Luperón en Revista Clío, números integrados 42-43. Colección y notas de Emilio Rodríguez Demorizi. Academia Dominicana de la Historia. 1940. Pag. 186.
(2) Idem.
(3) Gregorio Luperón. Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos Tomo II. Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Editorial de Santo Domingo. Sto. Dgo, República Domincana, 1974, en base a la reimpresión del fascimil de la publicada en 1939 por Editora El Diario, Santiago, R.D. Pag.405.
(4) Idem. Tomo III, Editorial El Diario, Santiago, R.D. Pag. 175.
(5) Revista Clío 42-43, pag. 187.
(6) Idem. pag 186.
(7) y (8) "Notas Autobiográfias..." Tomo III, pags. 52 y 53.
(9) Escritosde Luperón en Clío No. 38. Pag.
(10) Idem.
(11) Escritosde Luperón. Clío 36-37. Pag.153
(12) y (13) "Notas Autobiográficas..." Tomo III. Pag. 329.
(14) Clío 38, pag. 208.
(15) Idem.
(16) Idem.
(17) Idem, pag 203. Carta a Casimiro de Moya, Ministro de Relaciones Exteriores
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