sábado, 11 de mayo de 2019

APORTE JUDÍO A LA REPÚBLICA DOMINICANA(1)





"Dominicano soy,
de mis raíces
no voy a olvidarme,
soy de una raza
tan humilde y tan grande,
que de sus penas
hace rayos de sol"(1).


1
-INTRODUCCIÓN-
La  veracidad de la expresión "raza dominicana" que expone la lírica de la canción citada arriba es muy creída y reproducida por gran parte de los dominicanos para identificar su "identidad" como pueblo. Aparte de que no pasa de ser más que una metáfora, un lenguaje figurado, utilizado semejante a "raza humana", "raza inmortal", la denominación no tiene ningún asidero ni científico ni de otra índole; no es una realidad que puede palpar el dominicano, carente, como ya expresé en otros escritos, de conciencia racial, entre otras falencias.



FRANCISCO HENRÍQUEZ Y CARVAJAL,
DESCENDIENTE DE JUDÍOS SEFARDÍS,
ES  DE LOS INTELECTUALES CON MÁS
AMPLIOS NIVELES CULTURALES QUE
HA TENIDO LA REPÚBLICA DOMINICA-

NA. PADRE DE OTRA PERSONALIDAD 
FUERA DE SERIE: 
PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA
 
No hay "raza dominicana" porque el poblador de la República Dominicana no es una etnia, y si la pudo ser se quedó perdida en el mestizaje a lo largo de su devenir histórico-antropológico. De ahí que por el  vacío de conciencia racial aludido, no es raro que queramos llamarnos "indios", inventar o desempolvar libros familiares de descendencia española o francesa, esencialmente, o negar nuestra verdadera realidad de ascendencia negra, mestiza o "mulata" mayoritaria.

Ser dominicano es una asimilación de otros grupos sociales y étnicos. Lo mismo constitutivo de lo africano (con sus decenas de etnias de la que provenían los esclavos), italiano, centro-europeos, francés,  sirio, libanés, inglés, hispano (canarios, catalanes, gallegos, portugueses,  vascos...); haitianos, afroamericanos anglosajones de Las Antillas y Estados Unidos, chinos y otros orientales.. De la misma manera tenemos el componente judío que ocupará el interés del presente trabajo.

Nadie puede negar el aporte de los judíos a la humanidad. Económico-comercial, cultural, político, filosófico, científico, artístico. (Alguno que lea este trabajo opondrá ese aporte a la actuación represiva del Estado de Israel, pero ese es otro asunto que nada tiene que ver). De ellos han sido todas las ideas espirituales y políticas  que revolucionaron el siglo XX (por no irnos más atrás): socialismo, anarquismo, nihilismo, ateísmo, amor libre, movimientos artísticos y científicos, derechos de la mujer, y la erección de movimientos y frentes solidarios anti-fascista y anti-xenófobos...pues como expresa el filósofo franco-judío Alain Finkielkraut... "El calvario sufrido por mi pueblo confería a mi vida presente un prestigio y una belleza  que habría sido incapaz de encontrar en mi evolución. No necesitaba ninguna toma de conciencia: de Espartaco al Black Power, una solidaridad instintiva e incondicional me unía a todos los condenados de la tierra".(2)



NOVELA INICIALMENTE  ESCRITA EN
YIDDISH, LENGUA DE LOS JUDÍOS
 QUE SE ESTABLECIERON EN SOSÚA.
El sufrimiento y la discriminación de la que han sido victimas por siglos, y haber vivido en diversos territorios y culturas, ha propiciado a su vez tanta diversidad ideológica y cultural que, por eso, hoy ser judío ya no es una etnia. (3)


De ese mestizaje de razas y grupos sociales de diferentes naciones y continentes, también son dominicanos los judíos que a lo largo de nuestra historia se reprodujeron en una nueva tierra y, social, cultural y económicamente, dejaron su aporte en el territorio dominicano. Primero hablaremos del último grupo, el más reciente, el proveniente de judíos asquenazíes para luego repasar el de los sefardíes* asentados en la isla La Española incluso desde la llegada de Colón a los nuevos territorios de América

     


    2

-OTRO ÉXODO JUDÍO, PERO CARIBEÑO-


Steve Spielberg el reconocido cineasta autor de películas como El Color Púrpura, La Lista de Schiller, E.T...  en sus archivos audiovisuales posee un documental firmado hace 80 años titulado "Sosúa: Haven in the Caribbean"(Sosúa: Refugio en el Caribe). Forma parte de los "Steve Spielberg film and Video Archive"(4)  El mencionado documento fílmico es mitad información útil, mitad propaganda del régimen dictatorial de Trujillo porque aunque no fue rodado por el gobierno dominicano, sino por el DORSA (5), indudablemente lo utilizó para su rentabilidad.



¿Por qué propaganda de la dictadura de Trujillo? Este documental se filmó para dar cuenta de esos asentamientos de judíos en la provincia de Puerto Plata al lado del rio Sosúa, que fueron posible fruto del compromiso de la tiranía para recibirlos. Era 1940 y habían transcurrido 3 años de la matanza racista de miles de haitianos indefensos en el territorio nacional y frontera. El dictador Rafael L. Trujillo necesitaba limpiar su imagen política por el desprestigio internacional que se había ganado  por esos acontecimientos.

Cosa curiosa, insólita, que un gobierno que reprimía a su pueblo (y al vecino), los encarcelaba, torturaba y asesinaba, salve a un grupo que es acosado en Europa por la mismas motivaciones represivas que proyectaba el dictador sobre el pueblo haitiano. Pero aquí Trujillo cree matar dos pájaros de un tiro y conquistar dos limpiezas: la limpieza de su imagen política en el mundo y la limpieza de sangre al introducir gente de piel clara para "regenerar, mejorar la "raza" dominicana" alejándola de influencias africanas, y haitianas en particular.



En Trujillo se reproduce el mismo patrón de los grandes personajes racistas de la historia: se erigen en grandes azotes de la raza de la que son descendientes; igual pasa con el tirano dominicano con una ascendencia haitiana(6) de la que cree redimirse con su desprecio a lo negro y africano; aceptar la emigración de judíos le complementa ese subconsciente racial y su interés por blanquear a los dominicanos; y aunque como hemos visto el judío es un pueblo discriminado también por motivos raciales, sin embargo para Trujillo es un consuelo que sean de piel clara.




Haciendo esas salvedades, hay que decir que los países desarrollados de Europa y Estados Unidos se hacían renuentes a aceptar más diáspora de judíos(7); fue el Estado dominicano el único que en ese momento aceptó recibirlo. Exagerando el porcentaje que la capacidad del país podía admitir (100 mil); al final sólo llegaron un poco más de 700 oriundos de Berlín y Viena.


Foto de la familia Salomón, del grupo de judíos traídos a Dominicana(Cortesía de Marcel Salomón  al archivo del US Holocaust Memorial Museum, Whashington.



La acogida de esos refugiados de centro-Europa a la República Dominicana tuvo sus problemáticas antes de su llegada. Existía un equipo de reconocimiento y selección de los terrenos de asentamientos dirigido por Joseph Rosen que tuvo experiencia en el asentamiento exitoso y reglamentario de colonos judíos en Rusia, en la zona de Crimea. 



Empero en Dominicana no se cumplieron los principios  más elementales de una colonización:  diversidad de terrenos que permitiesen la diversificación y autosuficiencia, es decir, terrenos agrícolas y ganaderos.  En el libro Un Sion Tropical(8) de Allen Wells, hijo de uno de los primeros colonos de Sosúa, sigue exponiendo  lo inconvenientes que percibió el equipo que evaluó los terrenos propuestos para colonizarlos. Explica que años antes la empresa United Fruit Company había desistido de cultivarlos por la pobreza del suelo, y además la zona "era propensa a sequías periódicas",  tenía "una capa superficial del suelo poco profunda, áreas pantanosas y terrenos rocosos, lo que llevó al equipo (de reconocimiento) a concluir que en Sosúa  no se podría plantar ni café, ni tabaco, ni azúcar(sic)".(9). Wells sigue contándonos los muchos entresijos y dificultades que conllevó el asentamiento judío en Puerto Plata: describió que el río venía  de "una corriente contaminada y, como señaló un informe posterior, llevaba toda la contaminación que se podía esperar de un río tropical usado como lavandería y baño de hombres y animales" y "aunque la malaria se encontraba en todo el país, su incidencia era mayor a lo  largo de la costa" (10), en fin, no era apto para colonizarlo, sino para pastos de ganado.



LA SEÑORITA HELLO BLUM, MAESTRA DE LA ESCUELA  PRIMARIA FUNDADA POR LOS JUDÍOS DE SOSÚA


Al final Allen Wells se preguntó por qué Rosen, agrónomo experimentado como hemos visto, concluyó que "tenía posibilidades para el desarrollo". Seguramente la prisa que diversos intereses podían tener en resolver el cupo de refugiados.
























Y lo demás, es historia conocida: hicieron escuela, sinagoga, cementerio, centro cultural,   se organizaron en una cooperativa de lácteos: leche, mantequilla, queso, que luego se diversificó en productos cárnicos y evolucionó en una industria  y marca alimenticia (Productos Sosúa) que ha sido una enseña y ejemplo en el panorama empresarial  dominicano.

    
(Sigue...
Próxima entrega:
3
-Judíos, Independencia y Nacionalidad Dominicana-)


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*Son los judíos establecidos en Europa central y del este, que desarrollaron su propia lengua (Yiddish) fruto de una fusión de alemán, polaco y hebreo. De ellos son  descendientes los colonos de Sosúa. Y como es conocido, los sefardí fueron los de la península ibérica (a la que llamaban Sefarad), que conservaron el español como su lengua, pero en un estado arcaizantes (llamada ladino), tal y como se hablaba en el siglo XV tras su expulsión de España en 1492. Hoy siguen hablándola y existen publicaciones impresas y en internet.

(1) Merengue del cantante Fernando Villalona. Álbum La Cartita. Sello discográfico Kubaney, USA. 1987.

(2) El Judío Imaginario. Editorial Anagrama, Barcelona, 1982. Páginas 16/17.

( 3)  Vemos esto novelado en  La Casa de Jampol (Editorial Noguer, S.A. Barcelona-Madrid, 1978) de Isaac Bashevis Singer, el más destacado novelista polaco-judío en lengua yiddish; esta narrativa en parte nos expone ese viaje vital en el que  el desarrollo de una familia y la comunidad judía en Varsovia  va desgajando  todos estos tipos del judío; y vuelvo a citar a Finkielkaut : "En Polonia vivían tres millones de judíos, y su cultura era un espacio diversificado en el que se codeaban y a veces se enfrentaban religiosos y laicos, sionistas y bundistas, judíos ortodoxos y judíos reformadores,ciudadanos cosmopolitas y habitantes de los shtetls(aldeas). Entonces se podía respetar el shabbah y llevar la barba de los profetas, apreciar el teatro yiddiish y la Carmen de Bizet, practicar la thora y el ping pong, ser plenamente judío y rechazar los mandamientos del Talmud". Ver libro de la nota 2, Pag. 49.

(4) Este es una colección especial que aportó el cineasta y que forma parte de  "US Holocaust Memorial Museum" de Whashington, UHMM. Ver en Web la ubicación del documental con estas referencias: Accesion number 2013. 130.1/ RGnumber: RG-60.1430-FILM ID 2984.


(5) DORSA es sigla de "Dominican Republic Settlement Association" entidad que desde Estados Unidos promovió, organizó y financió los asentamientos judíos en República Dominicana.


(6) Ver en Cápsulas Geneológicas del Instituto Dominicano de Geneología "Trujillo: descendiente de la oligarquía haitiana" de Antonio José Ignacio Guerra Sánchez., 12 y 19 de abril 2008. WWW.IDG.ORG.DO/, o en Revista Clío no. 157 "Trujillo y su parentela de origen haitiano" de Julio Genaro Campillo Pérez. Academia Dominicana de la Historia. Julio/diciembre 1987. Y con el mismo rasero  constatamos el origen judío que se  le achaca a Hitler,  y a Tomás Torquemada, el Gran y célebre Inquisidor General de España, por mencionar estos dos casos relevantes en la historia.

(7) Desatada la II Guerra Mundial, se celebró en Francia la Conferencia de Evian para dar salida a los miles de judío amenazados. Fue iniciativa, bajo presión de los judíos estadounidenses, del Presidente Roosevelt. Todos los países participantes rehusaron ampliar sus cuotas de inmigración, alegando que ya habían recibido bastantes o que tenían crisis económicas.  Y ahí entró en escena Trujillo.


(8) Publicación de la Academia Dominicana de la Historia. Editora Búho, primera edición en español, 2014. Traducción del Inglés de Natalia Sanz González.


(9) Idem. Pag. 183/184.


(10) Idem, pag. 184


martes, 2 de abril de 2019

EL CONFLICTO HAITIANO EN EL CINE DOMINICANO ACTUAL*

-APUNTES PRELIMINARES-

La dimensión de la inmigración haitiana en la República Dominicana  ha determinado que esa problemática haya tenido que ser diseccionado en el cine dominicano actual. Se ha abordado de diferente manera; se han expuesto sus prejuicios y sus mitos, sus realidades, temores y mentiras; se ha tratado la interrelación entre personas de las dos nacionalidades; en consecuencia, ciudadanos haitianos  han entrado directamente en ese cine como actores.

Y del análisis que realizaremos hay dos películas que son el extremo opuesto en relación al tratamiento del tema haitiano y los grados de reproducción de la ideología epocal y propaganda racista mediática. Me refiero a Flor de Azúcar y La Gunguna.  

No puedo en este preámbulo obviar la escalada xenófoba, racista, nacionalista chovinista y seudo-patriota que de forma brutal ha copado la vida cotidiana de todos los dominicanos en los últimos años; es imprescindible para el tema. 



La falta de conciencia social, de clase y étnica del pueblo dominicano determina que ese pueblo se crea blanco, o algo parecido, y niegue sus raíces africanas y haitianas en particular. Esa condición, sazonada por la ultra-derecha y el mutis o la confusión de gente que se llama progresista, llegó a crear un clima tan caldeado que daba la impresión de una inminente declaración de guerra entre los dos países. La Red jugaba un rol terrible de primera línea en el asunto. 


Si estamos en una misma isla...¿Qué solución se ofrece a esa inmigración caótica haitiana?  ¿muros?.. "no hay muro que no caiga cuando escasea el pan" (1); ¿hundir esa parte oeste de la isla de Santo Domingo?  Muchos evangelistas fundamentalistas ruegan al "altísimo" que destruya  "esa nación que adora a Satanás"    y era como si se alegraran del terremoto de 2010 que dejó en escombros a Haití al caracterizarlo como castigo de Dios por sus prácticas religiosas;  ¿que se hagan dos islas separadas por el océano? Dudamos que un cataclismo natural  abra una falla o grieta en la geografía de la frontera haciendo un canal que cubrirá el mar, separándonos y creando esas dos ínsulas; pero recordemos que La Española y Puerto Rico  son dos islas, lo cual no impide a dominicanos y haitianos  embarcarse en frágiles embarcaciones hacia la segunda.   

Por más que los dominicanos destilemos  un rechazo muy selectivo para con los haitianos, es imposible detener la inmigración. Otro asunto sería la regulación seria de esos flujos migratorios, pero sabemos que el Estado dominicano(clientelista, patrimonialista, nepótico y autoritario-presidencialista)   es incapaz de controlar, por la corrupción de los funcionarios civiles, policiales y militares, que se benefician por un lado de esa emigración introduciéndola al país, y 
por otro hipócritamente  rechazan, haciendo redadas y deportando.

 




Pero este es asunto del que ahora no es posible extendernos.

Vamos al tema del cine dominicano y su diferentes maneras de dar cuenta de esta inmigración. 



-EL CINE Y EL CONFLICTO-

De la muestra que analizaremos, Flor de Azúcar (de Fernando Báez) es la que más acentúa y reproduce la ideología de la época en radical contraste con La Gunguna, que más adelante analizaremos.



Flor de Azúcar, presenta unos paisajes desérticos  que representa a
Haití, por el otro unas estampas turísticas, paradisíacas y bucólicas de la
República Dominicana.


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Flor de Azúcar está muy bien realizada en montaje y producción; posee una buena fotografía que embellece exageradamente con filtros para mostrar un paisaje dominicano paradisíaco que idealiza el campo, para contrastarlo con otro desértico: claro, el de Haití. 



Flor de Azúcar expone una falsa solidaridad entre dominicanos y haitianos, sobre todo si tenemos en cuenta que el ambiente del "film" es la época de Trujillo. Esto remite a una realidad muy generalizada en la que, no con sinceridad sino con sacaliña, muchos dominicanos se ufanan de la ayuda que ofrecen a los haitianos, con un supuesto espíritu caritativo cristiano que siempre será como una obligación, "para que no se diga", un decir "yo no soy racista", o "un curarse en salud" de los odios que han difundido en Internet. 

Flor de Azúcar pone en boca de campesinos dominicanos palabras acerca del nacionalismo y la defensa de la nacionalidad con un nivel  intelectualizado, imposibles que pronuncie ese estrato social.  

Es curioso, y odioso, que estos clichés tendenciosos se transmiten en una película que es una adaptación del cuento de Juan Bosch, La Nochebuena de Encarnación Mendoza, sobre todo si sabemos que para la época que lo escribió tenía clara la problemática de dominicanos y haitianos al expresarse así: 



"Engañan ambos(gobiernos, aclaración mía, jprt) a los pueblos con el espejismo de un nacionalismo intransigente que no es amor a la propia tierra sino odio a la extraña".
"Nuestro deber como dominicanos (...) es defender al pueblo haitiano de sus explotadores, con igual ardor que al pueblo dominicano de los suyos".(2) 



Esa sacaliña caritativa  cristiana también se muestra en otro aspecto que crispa mucho en Dominicana, a saber,  que las haitianas embarazadas tengan los partos en territorio dominicano. En la película "No hay más remedio" con Ángel Haché e Iván García se muestra como la gente ayuda a parir a una haitiana en medio del molote del asalto que han planeado tres personas de la tercera edad (envejecientes le llaman en RD) y  no es que no suceda sino que aquí se usa como una simbología para mantener prejuicios re-frescos en la memoria del público referidos al hecho de que las haitianas paren a montones, a diestro y siniestro, en República Dominicana.



Los seres humanos no optan por emigrar de manera deportiva o por caprichos. Solo hay
que poner el foco  en lo que está pasando en el mar
Mediterráneo:  igual que los dominicanos a Puerto Rico,  mujeres africanas embarazadas, con bebés o menores de cinco años, en embarcaciones también inseguras, la abordan en busca de otro futuro para su descendencia arriesgando su vida en un todo o nada: llegar al "paraíso" europeo o morir en uno de los múltiples naufragios que suceden año por año. 



El modelo y actor haitiano Jimmy Jean-Louis con una
amplia carrera profesional en Francia y Estados Unidos,
también ha participado en la película del dominicano Jorge
Hazoury "Catastrópico" (2017).


En Cristo Rey de la cineasta Leticia Tonos se trata la inevitable relación amorosa entre un joven haitiano y la hermana de un poderoso traficante del barrio. Asimismo el paripé(por lo que hemos dicho antes acerca del rol corrupto desempeñado por agentes policíaco-militar) de las redadas y apresamiento de ciudadanos de Haití o dominico-haitianos El tema está correctamente planteado sin prejuicios. Además expone otro de los fantasmas terribles del inconsciente racial del dominicano: tener familiares haitianos. En la obra de Leticia Tonos hay dos hermanos, uno de ellos medio haitiano.





De Ángel Muñiz en  ¡Y... a Dios que me Perdone!  uno de sus personajes hace de un periodista-comentarista televisivo que azota los males de nuestra sociedad. Pero no se obvia su posible origen haitiano ya que posee el apellido Viau. Esto es importante porque aborda otro prejuicio, otro fantasma de los dominicanos: el de los apellidos transformados y de origen haitiano de muchos dominicanos (3), prejuicio el cual les hace decir que son franceses; claro que provienen de nombres de lengua francesa, pero de los que sirvieron para renombrar o rebautizar a los esclavos de  Haití. 
El personaje del tele-comentarista dominicano Francisco Viau  que interpreta Jean Jean en ¡Y...a Dios que me perdone! con  nombre hispano y apellido franco-haitiano.



Hay otras películas que incluyen a ciudadanos haitianos pero ellos y el tema conflictivo es tratado de manera marginal, sin profundizar. Ejemplos serían 1 de enero y Al Sur  de la Inocencia.


Pero de la muestra que analizamos, La Gunguna es la que marca distancia con las demás y se aparta de la reproducción de la ideología de la época, de la falsa solidaridad,  de la manifestación caritativa cristiana, romanticismo y propaganda chauvinista y patriotera mediática anti-haitiana. Esto es así porque el emigrante  se nos presenta como un trabajador u obrero más que sufre la misma explotación laboral que su similar dominicano, así como la de los prestamistas a los que acuden ambos por la precariedad de los salarios que no les permite llegar a fin de mes.


Obreros de la construcción dominicano y haitiano, hermanados en la precariedad social y económica en el film La Gunguna; y como escribió Juan Bosch "defender al pueblo haitiano de sus explotadores, con igual ardor que al pueblo dominicano de los suyos".


Ernesto Alemany, director del "film", y Miguel Yarull-guionista- autor del cuento Montás en que se basa la película**, optan por una salida arriesgada, aunque de justicia, al drama que viven haitiano y dominicano en su obra. Es la muerte del prestamista impasible y cruel   a manos del haitiano. Si digo que fue arriesgada esa salida es porque hoy también está muy enraizado y exagerado en el pueblo dominicano, vía Internet, que los emigrantes haitianos viven matando a diestra y siniestra a la gente dominicana. Fue arriesgada pero, por el tratamiento lógico de la situación en la película, no es reproducción de ideología xenófoba-racista.

En otras escenas breves pero dinámicas, La Gunguna plantea la problemática de la frontera y el porqué se hace imposible normalizar el flujo migratorio si los militares tienen un febril flujo de actividades en la frontera: son los primeros que comercializan con todo: con haitianos, drogas y armas, temática que comenzó a tratar en el cine  Ángel Muñiz en "Perico Ripiao" de 2002.  En fin, todo se resume y aflora si contestamos la frase del sargento (actor Teo Terrero) de la película de Alemany: "Dígame cabo...¿Qué hace un guardia en la frontera?" 



Además de la temática, ha resultado muy imprescindible la presencia de ciudadanos haitianos como actores aficionados o de carrera. James Saintil ha recalado en Cristo Rey, Flor de Azucar; Duarte, Traición y Gloria y otras. Toussaint Meronne es el obrero haitiano de La Gunguna; Dominique Telemaque lleva con regularidad su récord con Al Sur de la Inocencia, El Hoyo del Diablo, 1 de Enero y Jeremías.



James Santiel
De ellos se destaca Jimmy Jean-Louis el más internacional y star pues ha  trabajado con Matt Damon, Bruce Willis y Harrison Ford, aunque sólo en un film de factura dominicana: Catastrópico.  

Pero  Jean Jean es el más profesional de los habituales en la filmografía dominicana pues tiene estudios de cine en Cuba y de actuación con Ángel Haché.

 En la cinta ya mencionada ¡Y... a Dios que me Perdone! en cierta medida hace de su alter-ego, podría identificarse a sí mismo con el personaje protagónico(viéndolo desde el punto de vista de su presencia o profesión en los medios audiovisuales); en su caso real, el cine; en la ficción, el comentarista televisivo. 
EL ACTOR DOMINICO-HAITIANO JEAN JEAN  EN "CARPINTEROS" DE JOSÉ MARÍA CABRAL-


Jean Jean ya es habitual en películas dominicanas como actor (Loki 7, ¡Y... a Dios que me perdone!, La Soga, Cuenta por cobrar...) También se ha colocado detrás de la cámara como director realizando el documental "Si Bondye vie, Juli" (Si Dios Quiere, Juli) tratando las actitudes y situación de los ciudadanos haitianos y dominicanos acerca de la regularización de emigrantes en Dominicana. 

Jean Jean estaba en 2017 sin tener estatus legal definido, luchando por su legalización mientras ese mismo año promovía en festivales cinematográficos internacionales y para República Dominicana la película  Carpinteros, junto a su director José María Cabral,  y luchando ambos para que  ésta se presentara a los Premios Oscar y  Goya. Por otro lado era galardonado en Cuba en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana

 Cosas veredes, situación absurda.

Cabral tuvo que recordar que "el cine y el arte no tiene fronteras" cuando se ignoró la actuación de Jean Jean en las nominaciones que obtuvo su película en los Premios Soberano, para a seguidas decir que "se la ponen en china aunque viene trabajando dignamente en el país desde hace  muchos años".(4)

Entonces, para concluir...¿Qué esperamos del cine dominicano en esta problemática? Tal vez lo que declaró Jean Jean:  que...

"a través del cine  todas  mis fuerzas están puestas en que sigamos creciendo y desarrollando capacidades de manera íntegra y sin castración identitaria de por medio"(5) (y entendiendo bien el subrayado de la frase). 



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*Posterior a este escrito, la lista de películas con esta temática ha crecido: La Isla Rota(2018) y Perejil (2022). La primera, de lix Germán, actor y director, no la hemos visto, pero por la polémica que suscitó, parece que da en el clavo en una cuestión muy sensible para los dominicanos, pues hasta se le ha amenazado de muerte e insultado bastante por internet u otros medios de comunicación. La segunda, de José María Cabral, que sí la hemos disfrutado, demuestra su eficiencia tratando el tema sin prejuicios, demostrando que es uno de los cineastas dominicanos que toma su trabajo muy en serio.

**Cuento inserto en el Libro BICHÁN-Catorce Cuentos y el de Montás-. Zemi Book (Crown Octavo). San Juan-Sto. Dgo-New York. Segunda edición, 2018. 

 (1) Versos de la canción "Queridos Camaradas" del grupo pop español Gabinete Caligari. Álbum Cien Mil Vueltas, Emi-Odeón, 1991.

(2) Carta que dirigió en 1943, desde La Habana, a los intelectuales Ramón Marrero Aristy, Emilio Rodríguez Demorizi y Hector Inchautegui.

(3) Ver, acerca de los apellidos de origen haitiano, los ensayos del historiador Frank Moya Pons "Raíces haitiana en Santo Domingo" y "Apellidos haitianos (y franceses) en Santo Domingo". Revista RUMBO números 259 y 260. Santo Domingo, República Dominicana, 1999. Algunos apellidos habituales en los dominicanos, y que menciona Pons, son: Baret, Diloné, Bertré, Dipré, Montás, Silié...


(4) Diario Libre. Edición digital.  Febrero 2018. "Ponérsela en la china" en el refranero dominicano expresa que se ponen obstáculos a una persona para dificultar la consecución de un objetivo.

(5) Entrevista  que le hizo Carmelsy Confesor en el diario Metro digital. Ver en Internet. 23 agosto 2017.









sábado, 16 de marzo de 2019

GREGORIO LUPERÓN A TRAVÉS DE SUS ESCRITOS (y 9)

-QUINTA PARTE-

-Autobiografía e Historia-





5.1. El Sujeto Luperón en su escritura. 


En referencia a "Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos..." de Gregorio LuperónJuan Bosch escribe en su libro La Guerra de la Restauración que éstas son "relatadas aunque no escritas por él, porque si bien no era analfabeto como Benito Monción, Manuel Rodríguez el Chivo y Gaspar Polanco, escribía como cualquier hijo del pueblo cuyos padres no habían tenido medios para pagarle una escuela".(1)

Esto puede tener algo de cierto, pero considero que Juan Bosch obvía el esfuerzo propio que hizo GL para instruirse, las relaciones que tuvo con intelectuales nacionales y foráneos; sus constantes viajes y representación del país como diplomático lo cual requería el conocimiento de idiomas y actualizar su capacitación. 

Dice la nota: "El señor Víctor Hugo tendrá el honor de recibir al general Gregorio Luperón el domingo primero de marzo
a las nueve de la noche
".

Sí, es cierto que como no era escritor de profesión, no contaba con suficiente tiempo en una vida tan dinámica, por lo que es obvio que eso dificultaba  escribir una obra tan extensa consistente en tres tomos y más de 1,300 páginas. También es lógico pensar que siendo diplomático, jefe del partido, presidente de la República  o vice, tuviese un secretario particular. Ya en 1863 con apenas 25  años, y recién incorporado a la Guerra de la Restauración, contaba con el señor Ricardo Suriel como secretario, según dato que aporta el propio Juan Bosch en la obra citada.
Sorprende que el esfuerzo hecho por el partido de Luperón en el último tercio del siglo19 por dotar a la República Dominicana de vías y medios de transporte ferroviarios, en vez de avanzar en años subsiguientes, fuese olvidado por la dedicación de sus caudillos a sus intereses y luchas personales. ¡Y que red vial no hubiésemos tenido de haberle dado normal continuidad! Sólo en el siglo 21 se re-emprende este tipo de transporte con la instalación del Metro de Santo Domingo. 
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RUFINO MARTÍNEZ
Que la escribiera en los últimos años de su vida cuando se retiró, enfermo, a Saint Thomas, es lo que se establece generalmente pero no es tan creíble. Todo esto puede investigarse más pues cabe la  posibilidad  de que la estuviese escribiendo, haciendo notas, redactando o dictando en diferentes momentos cuando se suscitaban los acontecimientos de los que fue relevante protagonista. Apoya esta última tesis lo que dice el profesor e historiador puertoplateño Rufino Martínez:* que Luperón, en Saint Thomas, "se dedicó a ordenar y completar sus apuntes biográficos", lo cual implica que ya había cierta escritura-borrador guardadas.



 Pero en cualquier caso, si las dictó hay que considerar que, como sujeto, el cómo y el qué deseaba que figurara de sus hechos y persona, lo  dispuso él. En consecuencia, hay que analizar la escritura del libro de Luperón como escuchando su propia voz.



La autobiografía en los estudios literarios y de textos contemporáneos es situada como un género literario más, poseedor de una base teórica, conceptos, una clasificación y reglas.** 

Y como han establecidos los estudios mencionados "al escribir una autobiografía se da expresión a un ser más interior, al añadir a la experiencia la conciencia de esa experiencia" no es sólo un relato, no es como un libro de cuenta detallado.


Ya lo establecimos en la introducción de este ensayo, Luperón ya por el mero hecho de escribir sus experiencias, tenía consciencia  más que ningún político de la época, y esto lo ponía al punto de reflexión de sus hechos que podía conducirlo a tomar tal o cual posición. Muy diferente a su protegido por un tiempo Ulises Heureaux, Lilís, que en sus papeles históricos exclusivamente predominan los documentos oficiales, nada  que denote la reflexión de un sujeto; es más el vivir el día a día con  sus tremenda falta de escrúpulos y cinismo e importarle poco "el qué dirán" asunto que sí preocupaba  a Luperón.*** 




La autobiografía funciona para que el yo que la escribe se auto explique, afirme y justifique, muchas veces con la trampa del recuerdo y del olvido, unas veces aflorando intencionales, otras inconsciente. Ya lo dijo el Premio Nobel latinoamericano Gabriel García Márquez al inicio de su autobiografía Vivir para Contarla"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla" o el neurólogo británico Oliver Sacks al afirmar que "Cada vez que se recuerda un hecho se reinterpreta y se experimenta de forma diferente".(2)  


Como anteriormente también referimos, Gregorio Luperón escribe en tercera persona, es decir, como si otro relatara sus hazañas. Pero coinciden, y reconocemos, el autor, el narrador y el personaje como la misma persona, porque la portada de los tres volúmenes identifica esa autoría: "Por el General Gregorio Luperón". 

Se ha dicho que quien escribe de sí de esa manera o  tiene  mucho orgullo o es muy humilde y modesto. Aunque notamos que GL nos quiere dar muestras de humildad en su extensa obra, notamos las muestras de su fuerte orgullo del que devenía  su gran iniciativa. Juan Bosch expresa en la obra anteriormente citada que "Lo que sorprende de Luperón no era, sin embargo, su audacia; era que actuaba, hacía lo que pensaba hacer, y además tenía don de mandar".(3) Eso implicaba un gran ego, seguridad en sí mismo.  Ese orgullo  se trascendentaliza porque se sitúa por encima y a distancia de la mirada de la historia. Escribiendo en tercera persona, presentando su autobiografía como biografía, nos quiere decir y dar la impresión  que  otro es quien lo ha visto desde fuera, por tanto es algo que pasa como muy objetivo cuando no es más que él mismo y su orgullo; sólo hay que poner atención a sus palabras al principio de su autobiografía; es la conciencia de que su inserción en la historia dominicana ya es un hecho, y GL se presenta a sí mismo como la patria y el pueblo: atacarle es atacar a éstos:


"sirve también este libro de alegato en causa propia, del personaje que motiva y que hace esta exposición, tan gratuitamente calumniado por aquellos que tanto empeño tienen en apagar la gloria del pueblo dominicano"(4)


 Y así continua su método de escritura en tercera persona
"Vengo a presentar la biografía de uno, al que se debe en  su mayor parte,(sic) la epopeya de la Restauración de la República y muchos sucesos principales(...) resultado de los esfuerzos, de los trabajos y de los sufrimientos de este hombre laborioso y patriota, decidido defensor de la libertad y de la justicia". (5)


5.2. Conclusiones


Este estudio ha sido una aventura. Porque no tenía una esquematización rígida, apenas algunos apuntes que llamaron mi atención por la variedad de temas de política del Estado, de economía y cultura adjuntos a Gregorio Luperón; y eso me motivaba a hurgar más pues no sólo era su hazaña militar que tanto nos recalcaron escolarmente; había más bagaje y esto fue dando cuerpo textual según avanzaba la lectura de diversos documentos de Gregorio Luperón. Y ha sido también premura por la inmediatez del medio para publicarlo: este blog, la red de internet. Premura y de ahí la aventura. Pero esto no conlleva en sí necesariamente una falta de cuerpo teórico.

Resultado: esta investigación resulta una interpretación más de la historia  hecha por el autor de este blog.

Y es una interpretación más porque es imposible hacer ciencia con la historia. La historia no se puede repetir, no se puede meter en un tubo de ensayo, ni recrearse en una investigación de campo. Contamos con documentos: personales, oficiales del Estado, de Ayuntamientos, correspondencias, autorretratos, diarios, ensayos temáticos, etc; pero es evidente que todos estos documentos están parcializados e impregnados de los intereses de la entidad o personas que los elaboraron. Por tanto son documentos que contienen mucha subjetividad abierta a interpretaciones.

 En los estudios históricos no hay nada que experimentar, sólo interpretar unos hechos de los que tenemos conocimientos y  desconocimientos. "No poseemos ningún acceso directo a la verdad histórica, y lo que nos parece cierto  o afirmamos que lo es se basa tanto en nuestra imaginación como en nuestros sentidos".(6)

Al concluir este ensayo, que también es un análisis de texto... ¿por qué el personaje estudiado ya es distinto a como lo veía al inicio del mismo? Pues porque si bien desde que tengo uso de razón siempre lo valoraba positivamente, empero conservaba una visión de consigna, de aniversario; es decir, un punto de vista en el que se resaltan las virtudes inmaculadas de los próceres, visión sacralizada que cada fechas señalada les sirve a los políticos para "cumplir con la patria" exaltando a un héroe con palabras huecas.

Hoy, a 175 años de fundada la República Dominicana, ningún gobernante dominicano ha sido capaz, no ha tenido garras para romper con este Estado clientelista, patrimonialista y nepótico. Quienes con más vehemencia y convencimiento decían que iban a terminar la obra de Duarte y Luperón, han ostentado el estado casi dos décadas  y ya no piensan en tan "bellos ideales". Se han dejado arropar por la forma del Estado del siglo XIX (Santana, Báez, Lilís) que siguieron Trujillo, Balaguer... Y quien no se ha fijado el objetivo y la acción de superar la forma de ese Estado, pues lo reproduce. 
Funeral de Gregorio Luperón, muerto de  cáncer en la garganta a los 57 años.  

Claro que no es fácil. Cualquier líder o político dominicano con ética y buenas intenciones está expuesto a una gran carga, a un tremendo asunto: la mentalidad del pueblo dominicano que reproduce constantemente las maneras del Estado en su vida cotidiana convencido que así es como hay que actuar, pagando a policías, igual que a toda gama de funcionario, las extorsiones y cohechos por servicios públicos,  o apelando directamente a los políticos profesionales porque si no se dificultará conseguir un simple documento o una atención médica en la famosa Plaza de la Salud. 

Podríamos decir que en ese círculo vicioso alimentado por siglos, amamantado  por los políticos, de alguna manera la masa popular luego empuja  a los políticos a reproducirlo. Y en esa tesitura Américo Lugo  sintetiza con agudeza esa situación:

"Puede decirse que el gobierno dominicano ha sido el gran corruptor político del pueblo; maestro de la holganza y concupiscencia, en vez de enseñar a trabajar al ciudadano, lo ha acostumbrado a buscar en la política un sueldo inmerecido cuando no la ocasión de robar y una posición brillante pero falsa y peligrosa".



No es una situación fácil, lo reconozco; esa dinámica resulta tan fortalecida día día  que ni la izquierda socialista o radical se ha podido abstraer pero...¿por que han abandonado la educación del pueblo, su instrucción ideológica y ética?



Gregorio Luperón no fue el primero en integrarse o destacarse en la lucha contra España tras La Anexión, pero muchos de los pioneros que prestaron un primer aporte a esa lucha luego no trabajaron por el bien de la República. Y Luperón, en cambio, sí representó la continuidad  del legado de Juan Pablo Duarte. Ese esfuerzo por tener  un país con un estado de derecho, separación de poderes,  legalidad, continuidad y respeto a la alternabilidad en el poder.  Esfuerzo que se vio robustecido además por el surgimiento de personas excepcionales para la época como Pedro Francisco Bonó, Espaillat, Rodriguez Objío, Eugenio Deschamps, Hostos... 

Por muchos años los referentes de los sectores progresistas han sido los líderes, teóricos  y experiencias foráneas. Cuando contábamos desde el siglo 19 de autores dominicanos que debieron leerse primero, y no tanto porque nos aporten una teoría revolucionara para esta época, si no porque es que no hemos podido establecer un Estado que mínimamente  se acerque a lo que planearon en principio Duarte, Luperón y su partido azul, y la prioridad era concluirlo, establecerlo como requerimiento mínimo.

  Ese concepto de "ciudadano" al que recurrió Luperón cuando sólo se le quería tener como militar, es el que hace falta impregnar porque el  dominicano no tiene conciencia de ser ciudadano. El doctor Francisco Moscoso Puello ya había dicho en sus Cartas a Evelina (7) que en República Dominicana " no hay conciencia nacional. No hay ciudadanos, hay habitantes(...) sin concepto alguno de su verdadera función político-social";  postulado también esgrimido por Américo Lugo. Ser ciudadano implica conciencia de estar en una comunidad para trabajar para y por todos.  No formamos una nación por el hecho de estar solamente juntos, sino para hacer algo juntos.  José Ortega y Gasset nos da otras pautas de lo que es ser ciudadanos diciendo lo que no es:


"la esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás" (8 )  

El pueblo dominicano "envuelto de continuo en los escollos de sus locas pasiones" se deja conducir mansamente por los políticos patrimonialista esperando tomar parte del botín de lo público en el entendido que lo que es del Estado no tiene dueño. 

Y ese proceder se muestra claramente en la observación sociológica que Diógenes Céspedes ha constatado, registrado y que expone en su artículo El Tránsito Vehicular como Metáfora del Patrimonialismo al convencernos con certeza que en la calle es "donde el sujeto dominicano practica con mas conciencia el patrimonialismo"(9) porque se hacen dueño permanente de lo publico, de calles y aceras: fruteros y vendedores de cualquier cosa, yipetas, autobuses, voladoras, carretilleros, compañías constructoras, mecánicos, motoristas, peatones...

Siempre se dice, y ya es un cliché, que la obra de tal o cual prócer esta inconclusa, que nos corresponde terminarla. Bien. En primer lugar hace falta un partido de Ciudadanos en el entendido de que los sujetos de esa geografía que es parte de la isla Española -la República Dominicana- dejen de ser simples habitantes y se consideren parte de una Nación para empujar juntos por ella.

Si algo hemos aprendido, el lector que ha seguido esta serie y yo, es que Gregorio Luperón no era ni semi-dios ni demonio, ni ángel ni diablo; simplemente un hombre navegando, sorteando y esquivando   situaciones que muchas veces no pudo doblegar por la  mentalidad de la época y pese al gran esfuerzo que realizó por ello.





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(1) Editora Alfa y Omega, 1982, Santo Domingo, Rep. Dominicana. pag. 126
(2) Texto del libro El Río de la Conciencia, publicado en el Suplemento IDEAS del diario El País, 13 de enero de 2019. Traducción del inglés de Damia Alou.
(3) Obra citada. Pag. 204
(4) Notas Autobiográficas y Apuntes.." Editorial El Diario, Santiago de los Caballeros, R.D, 1939. Tomo I, pag. 32
(5) Idem. Pag. 82
(6) Idem nota 2
(7) Editora Cosmos, CxA. Santo Domingo, R.D. 1974. Pag. 96
(8) España Invertebrada. Colección Austral. Espasa Calpe. 1999, Madrid. Pag. 49
(9) En su libro "Estudios Lingüísticos, literario, culturales y semióticos." Universidad APEC. Editora Búho, Santo Domingo, RD. 2011. Pag.446.

Esto lo dice en el prólogo a la edición de 1939 de la obra de Luperón, promovida por el Gobierno Dominicano presidido por el dictador Rafael Leonidas Trujillo con motivo del primer centenario del nacimiento del prócer. Rufino Martínez fue encargado por el gobierno para "atender y ordenar cuidadosamente" la publicación. 

**El fundador e iniciador de los estudios de la escritura autobiográfica en la década del 1950 del siglo XX fue Georges Gusdorf con un enfoque sistemático, riguroso y documentado filosóficamente. Luego, entre otros, dos han sido los más relevante porque en la década de 1980 le dieron una teoría para su análisis y la pusieron en práctica. Son Fhilippe Lejeune y Karl Weintraub y sus respectivas obras El Pacto Autobiográfico y La Formación de la Individualidad.


**** Ver: "Cartas y Comunicaciones de Ulises Heureaux". Recopilación y publicación de Enriquillo Henríquez García, publicadas en la Revista Clío ( de Academia Dominicana de la Historia). Ver No. 39 y varios números subsiguientes.